sábado, 28 de diciembre de 2013

El clásico de fin de año

PREMIOS CLAUSURA 2013

Quizá Papa Noel no trajo el masajeador capilar de Mauro, ni los tranquilizantes para Gabi y Juanma, ni el kit de tratamiento para dolores musculares de Nacho, ni el átomo desinflamante para Lichi, ni el pulmotor para el segundo pique de Luis y ni siquiera la rodilla nueva para el Mono. Pero por lo menos, algunos de los players del Auf Wiedersehen tendrán algo que festejar, más allá de haber encontrado el Uvasal que se había extraviado. Es momento de una nueva entrega de los Premios al rendimiento deportivo de este semestre.
El balance es bastante positivo. Hubo picos de rendimiento muy altos. Partidos en los que se jugó muy bien y se ganó, otros en los que se mereció más de lo que se llevó y pocos de los que nos bailaron y perdimos. Es decir que pareciera que el plantel estuviera en otro nivel. De esa manera se llegó a los 17 puntos, la segunda mejor marca en un torneo para el AW. Tuvo continuidad un arquero por primera vez, Alejo encontró su lugar como central, en varias ocasiones rindieron los cinco que se pusieron y, aunque a veces anduvo con la pólvora mojada, Edu ocupó con coherencia el puesto de nueve. Si bien a lo largo de los 13 partidos nunca se pudo repetir la formación, la base estuvo.
Con 35º a la sombra no hay mejor ejercicio para hacer que escribir en la compu abajo del aire acondicionado, así, que sin más, comencemos con esta batahola de estadísticas y números que llevarán a algunos a alzarse con un trofeíllo que no les servirá más que para echarle en cara a otro miembro del equipo que jugó más partidos o metió más goles.


PREMIO MARTIN PALERMO (Goleador del equipo):
Eduardo Blanch y Alejandro D’Aquila

Como los pibes que debutan, la rompen, les viene una oferta millonaria de Europa, la rechazan, ilusionan a la hinchada con que van a salir campeones, le toman el gustito a la noche y entonces, de posible reemplazante de Agüero en la Selección, pasan a ser refuerzo de Almirante Brown en el ascenso. El caso de Edu no es tan así. Pero evidentemente llegó a “La Meseta del Segundo Torneo”. Sin tampoco querer emparentarlo con la vida nocturna porque es padre de familia y eso era sólo un caso ejemplificador, el doble del Teto Medina se llevó por segunda vez el premio al goleador. Marcó 5 pepas en once partidos, pero tuvo un promedio inferior al del torneo pasado (pasó de 0,72 a 0,45). También en el rendimiento anduvo un poco más flojo, pero sin lugar a dudas, sigue siendo uno de los puntales del equipo.
A lo Gabriel Mercado cuando estaba en Estudiantes, como Guillermo Burdisso cuando parecía jugador de fútbol en Arsenal o al estilo de Osvaldo Barsottini en Gimnasia, como para dar un ejemplo del ascenso. Este fue un torneo para poner a Alejandro D’Aquila en tu equipo del Gran DT. El CETEC boy venía metiendo un gol por año. El que le tocaba hacer en 2013 lo marcó en un partido en el que arrancó de central. Fue una señal para el Capitán Cula. En este campeonato se afianzó como defensor, se miró 50 DVD’s de jugadas de pelota parada de Caruso y en cada partido fue a buscar al área rival. Así consiguió 5 tantos y al cierre de este torneo, pasaba al 6º puesto de la tabla histórica de goleadores.


PREMIOS MAURO LASPADA (El que más tarjetas recibió)
Gabriel Spina

Si bien el de las tarjetas es el dato menos creíble, ya que la página oficial es un desastre y al periodista oficial del equipo se le olvida quien está amonestado al segundo pique, se puede afirmar que Gabriel Spina se llevó el premio con holgura. Recibió, por lo menos lo que está registrado, 3 amarillas y 2 rojas. Aunque, dicen, la acumulación podría ser mayor. En la 1ª fecha no hizo falta que le mostraran la roja, pero se tuvo que ir antes del final. Reincidió en la 6ª, aunque ahí sí parece que vio el cartón colorado. No es tan pegador como otros animalitos que tenemos en la defensa. Lo de él sería más de “discutidor”. Lo cierto es que más allá de los árbitros malos o pésimos que nos puedan tocar, el ahora Polifuncional Oficial del equipo se llevó el Laspada por segunda vez consecutiva.


PREMIO JAVIER ZANETTI (El que más partidos jugó):
Alejandro D’Aquila y Miguel Fernández

El hermano de Nacho es un permanente luchador de este premio desde la fundación del equipo. Nunca le duele nada, nunca tiene un compromiso más importante un sábado a la mañana, siempre se despierta y llega a tiempo y varias veces no le computan las amarillas que recibe, por lo que no tiene que purgar sanciones. En este semestre no hubo viaje, así que no faltó nunca. Por 4ª vez el ex banfileño y ahora lomense de pura cepa se lleva la estatuilla que no trae tendón de Aquiles.
Por primera vez, un mismo arquero participó en todos los partidos del campeonato. Pieza importante para aspirar a algo importante con el equipo, ni la moto, que un día dijo basta, hizo que perdiera la asistencia perfecta. Participó de los 12 partidos, recibió 20 tantos y mantuvo la valla invicta en 4 ocasiones. Además, metió un par de salidas a lo Chilavert que asustaron a más de uno, pero siempre las resolvió bien.



PREMIO JUAN ROMAN RIQUELME (El que más asistencias dio):
Mauro Indómito

¿Se habrá acordado Alejo de dejarle algún presente bajo el arbolito al chofer de Edu? Porque 3 de los tantos marcados por A. D’Aquila nacieron de los pies de Indómito. El muchacho al que no se reconoce si se deja crecer el pelo se empezó a hacer cargo de las pelotas paradas y no defraudó. Ese tándem fue el más repetido y productivo. Además le hizo hacer un gol a Blanch y otro a I. D’Aquila. Así redondeó 5 asistencias en todo el campeonato.


PREMIO DIEGO MARADONA (El que mejor promedio de puntos tuvo)
Alejandro D’Aquila

Lo esperaba más que el ajuste por inflación de su sueldo. Se la había escapado a fines de 2012 de manera poco clara. Pero llegó. No alcanzó los 6,36 de Guillermo Sánchez, un crack de antaño que sigue degustando alcoholes pero ahora en Brasil. Sin embargo, promedió 6,13 y con eso se coronó como el mejor jugador del Clausura 2013. Se destapó como goleador y eso fue clave para darle un empujón a su ya muy buen desempeño en la zaga. Fue elegido figura en 5 ocasiones y alcanzó su pico de rendimiento en la 4ª fecha, en la que fue calificada con un 8. Así, uno de los jugadores que más presencias tiene con la camiseta del AW va a poder decir que le agregó algo de calidad a la cantidad.

En cuanto al equipo, el mejor partido, por lo menos desde el punto de vista de lo que califican, fue en la 8ª fecha (entre los 13 que jugaron promediaron 6,69 puntos) que fue victoria ante el Saarbrucken por 3 a 0. ¿El peor? El baile que nos dio el Bauer en la 1ª fecha. Fue derrota por 7 a 2 y apenas se promedió 3,75 puntos.

martes, 10 de diciembre de 2013

En el último partido del 2013 venció 2 a 1 al Von Bismarck

Un clásico del Auf Wiedersehen: terminó el año en buen nivel y con una victoria

Se ha vuelto una costumbre para el Auf Wuedersehen ganar el último partido del año. Pasó en el 2011 (1 a 0 al Fenix Vogel) y en el 2012 (4 a 2 al Von Bismarck). Como en las reuniones típicas de diciembre, siempre se augura una mejora para el próximo torneo. Pero así como el mundo sigue siendo una porquería cuando se hace enero, también el conjunto cruzado retorna a su irregularidad en los campeonatos subsiguientes. ¿Será esta vez diferente?
Bajo un calor abrasador, los dirigidos por Capitán Cula derrotaron otra vez al Von Bismarck por 2 a 1 y alcanzaron los 17 puntos, la segunda mejor marca en la historia. Se sacudió la memoria de los players mientras digerían la Levite y se trajo a la mesa aquel 0 a 0 ante unos muñecos que no pasaban del metro cincuenta. Con esos dos puntitos más, hoy se estaría hablando de la mejor cosecha de porotos en 13 fechas.
Pero bueno. Quedara por un par de meses el buen sabor en el paladar por el buen rendimiento demostrado. Los rivales eran once rugbiers chetos, pero corrían y apretaban bastante. Sin embargo, los once átomodependientes que entraron a la cancha se mantuvieron ordenados los 80 minutos. Con Alejo reventando todo lo que pasaba cerca y con Juanma ganando todas las divididas, el AW no sufrió mucho abajo. De no ser por que casi se desmaya, lo de Luis hubiera sido mucho más picante todavía. Y el mediocampo fue un motorcito. Con eso el conjunto de blanco y celeste cumplía. Pero faltaba la chispa para dar el salto de calidad en el arco de enfrente. Y a lo Riquelme, que te define un partido cada seis meses y el resto del año se la pasa curándose lesiones, apareció Nacho. Si, el Capitán, el que transcurre la semana pensando temas y dibujos tácticos. El que toca dos teclados a la vez y te junta dos marcas para dar el pase al espacio libre. El que se inspira y saca de la galera nuevas melodías y desorienta a los médicos al padecer enfermedades desconocidas. El en esta ocasión delantero recibió un pase preciso denle esta ocasión pelado Mauro. Y definió como los que saben. Como los que saben que van a mandar un centro. Y se atrevió a gritarlo antes y así y todo entró.
Parecía que todo se encaminaría a la victoria. Pero para el segundo tiempo entró El Negro. En dos movimientos dio muestras que era distinto. Y no sólo por el color y el tamaño. Precisión en los pases, gran control del balón, larga trancada para desasnar en un paso al marcador y velocidad misilística para clavar al ángulo un tiro libre y poner el empate.
Era el típico golpe que desanimaba al Olvidensen y todo se hacía cuesta arriba. Pero no. Cinco minutos más tarde, una gran salida de Migue para Gabi, que continuó para Nacho y terminó en los pies de Luis, se convirtió en un penal. El Rubio jugador lo cambio por gol -aunque casi se lo saca el arquero- y puso el 2 a 1.
Después hubo momentos de zozobra. El rival no se rindió y hubo un par de situaciones que pudieron sacarle dos puntos al AW. Pero, aunque a veces más al límite y en otras bien holgados, los relevos funcionaron perfectos. Y así se disimularon bárbaramente las deficiencias individuales que pudieron haber aparecido. El medio continuó armadito, como los antiguos equipos de Bianchi, que se ponían en ventaja y no se lo empataban más. Y arriba, con lo último de aire, se aguantó bien la pelota.
En fin, si este partido hubiera sido un final, el AW tendría la materia aprobada. Habrá que ver si el año que viene, después de la sobredosis de pan dulce, se mantiene en la materia gris de los players todo lo que se mostró en este último encuentro.

Miguel Fernández (6): Nada que hacer en el gol. Fue un disparo a una velocidad de otra categoría. Después estuvo firme y sacó bien. De no ser por el descalabro hacia el árbitro cotidiano, hubiera tenido un puntico más.

Ariel Pina (6): No tuvo grandes problemas en la marca. Acomodó al Panda, que en los primeros minutos andaba medio perdido. Anticipó bastante y sacó bien los laterales.

Alejandro D’Aquila (6): Correcto partido. Como siempre, revoleó todo lo que le pasó cerca. Cubrió bien los costados. Quedará para los próximos años el pase al compañero sin comprometerlo.

Juan Abud (6): Menos mal que se terminó el torneo. Partido a partido se le fue aminorando el efecto “budismo zen” de los calmantes y cada vez fue ganando en agresividad. Por suerte no fue expulsado porque fue fuerte, aunque leal a los cruces, y por que habló, pero no se pasó del límite.

Juan Gori (6): Con el desorden de siempre y el compromiso de que cada tanto aparece para cuando se lo necesita. Garra para compensar la falta de ritmo futbolística y amor propio para tratar de parar al Negro cuando se le venía por su lado.

Panda Rodríguez (6): Silencioso, se paró por derecha, la peleó, marcó y trató de darle buen destino a la pelota. Dentro del buen trabajo del mediocampo, no resaltó, pero se mantuvo siempre ordenado y con eso sobró, teniendo en cuenta que fue su primer partido con el AW.

Mauro Indómito (7): Buen despliegue y claridad para el pase para Nacho en el gol. Si bien el mayor mérito es del delantero, le puso calidad al toque. Después ganó bastante en su sector. Cuando pudo jugar lo hizo y cuando hubo que meter, también.

Lisandro Seppia (7): Gran dupla con Mauro. Se complementaron bien y cuando uno salía, el otro se quedaba. Con su portentoso físico, desparramó a un par de rivales que trataron de sacarle la pelota. Bien de arriba y correcto para mandarse sólo cuando correspondía.

Gabriel Spina (7): Demostró una vez más que cuando está concentrado en el juego y no en la protesta, es otro jugador. Siempre bien ubicado a pesar de que se lo usa siempre en una posición distinta. Dio una mano importante en defensa y cuando pasó al ataque trató de darla con criterio.

Luis Lasaga (6): Concentrado, metido y picante. De no ser por el calor, que lo hizo ahogar a los 10 minutos, hubiera tenido un buen partido. El físico no lo acompañó y por eso no logró terminar bien las jugadas que inició promisoriamente.


Ignacio D’Aquila (9): Encontró su mejor forma cuando se terminó el torneo. Aunque lo aquejó por momentos sus dolencias musculares, rindió como hacía tiempo no se lo veía. Metió un golazo de afuera del área, uno de penal y después la aguantó, la pasó bien, comandó los ataques con criterio y como siempre pegó un par de gritos cuando lo tocaron para que el árbitro cobrara falta. Partidazo.

lunes, 9 de diciembre de 2013

El AW perdiò ante el Heidenhein 1846 por 1 a 0

Un partido que se escapó por poco con un equipo armado a los apurones

Cada final de campeonato conlleva varios contratiempos que el Auf en su tercera temporada ininterrumpida conoce bien: lesiones, suspensiones, deserciones y esposas rabiosas que piden a gritos actividades de fin de semana que no incluyan esposos muertos de cansancio.
Todo  esto pasó en la anteúltima fecha, en la que faltaron, entre otros, Pikín, Dieguito y Fede.  Y Ariel sufrió los avatares de no tener alguien que lo despierte.  Al agotar la cantera de inferiores, el recurso fue utilizar a los vitalicios: un viejo conocido como Forlani, ahora en su rol de número nueve, y un nuevo D’Aquila –que también tenía partidos en primera del Auf-, esta vez el padre de los dos energúmenos que juegan habitualmente.
El armado de la formación inicial se hizo entre todos y se decidió privilegiar características individuales por sobre el dibujo.  Se optó por primera vez por una línea de tres en el fondo, con Juanma, Alejo y Gabi; tres en el medio (Lichi, Mauro y Nacho); dos “externos” (Luis y Edu) y la veteranía arriba.
La premisa en la charla previa fue muy clara: solidaridad y determinación para disfrutar el partido y tratar de conseguir los tres puntos.  La actitud fue clave y el desarrollo del partido, aún cuando difícil, fue favorable para el equipo, que defendió muy bien y contó con chances claras como para llevarse el match.  Entre el cansancio y el infortunio,  a cinco minutos del final  llegó el gol que sellaría la derrota, producto de un corner.
De todas formas el balance fue positivo, y constructivo, si se mantienen los valores de fondo para construir un mejor equipo de cara a la temporada 2014.

Miguel (5,5): tuvo un par de muy buenas tapadas.  En las salidas, equivocó el camino diseñado por el entrenador.  La pelota del gol entró en un ángulo, lejos de sus guantes nuevos.

Gabi (6): si bien no tuvo tanto trabajo como el sector izquierdo, tuvo que laburar mucho para conservar el orden.  No pudo hacer gala de su buen manejo.

Alejo (6,5): sacó de arriba y de abajo. Ordenó bien la línea de tres, incluso para muchas veces jugar al achique.  Contó con su chance habitual de cabeza (él mismo se lamentó diciendo “esta era fácil”) y a eso le sumó una con los pies, que pegó en el palo y salió.

Juanma (6,5): junto con Nacho, el pimer tiempo fue de gran sacrificio y entrega.  Por la disposición de las dos líneas de tres, iban a tener mucho trabajo.  Pero eso se profundizó al enfrentar un equipo en el que por lo menos cinco jugadores podían cambiar de frente con facilidad –cosa no habitual en la liga.  De todas formas, se asumió la tarea y se defendió casi sin fallas.  Y el segundo tiempo continuó con la habitual entrega.

Lichi (4): los avatares de la noche anterior –en la que tuvo que trabajar y se descontroló un poco- le pasaron factura por primera vez en el campeonato.  Abatido de entrada, encima le tocó un partido atípico, en el que hubo que correr mucho y le tocó un compañero de banda (Edu) que no está acostumbrado a jugar en esa posición.  Para colmo de males, dos terribles ampoyas en los pies le impide caminar con normalidad.

Mauro (6): se bancó como pudo la mitad de la cancha solo.  Justo en el partido que más dispuesto estuvo a combinar por abajo, no tuvo los socios adecuados.  Pero recuperó ritmo de otros tiempos.

Nacho (6,5): sacrificado como nunca, en el primer tiempo junto con Juanma corrió a dos , tres y hasta cuatro rivales a la vez.  Como Lichi, sufrió la dificultad del “externo” (Luis en este caso) en acoplarse.  En el segundo tiempo  tuvo más la pelota en los pies, recibió varias faltas e hizo una gran jugada desde la mitad de la cancha pasando a tres –caño incluído- que terminó con una falta cerca del área, pobremente ejecutada por Mauro.

Edu (4,5): toda su voluntad no lo ayudó en la dificultad que le generó su posición en la cancha.  Entró poco en juego, recuperó menos y no pudo hacer lo que mejor sabe

Luis (5): tuvo un buen primer tiempo,  pero sus problemas de conducta lo llevaron a equivocarse y por tanto dejar un poco en banda a sus compañeros que estaban haciendo un gran esfuerzo.  En el segundo fue la carta que más pesó en ataque.

Salvador D’Aquila (6): aplicado y ordenado, cumplió con su misión de hacer sombra en todas las salidas por la izquierda.  Con la pelota, siempre la pasó a un compañero.  Y se llevó un souvenir en la pierna izquierda que mantiene una semana después.  Nada mal para un tipo que ya pasó los sesenta.

Damián Forlani (6) En el primer tiempo dio lo mejor, aguantando un par de pelotas e incluso sirviendo alguna habilitación.  Ya en el segundo, el calor pasó factura y salió reemplazado.


Ariel (5): más allá de la penalización por llegar tarde, el cambio aportó frescura para un equipo en el que las piernas empezaban a fallar.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Derrota por 2 a 0 ante el Esparta

El AW perdió la calma con el resultado en contra y no pudo torcer la historia

Puede que los fines de semana despojados de fútbol, aunque posiblemente plagados de sexo y alcohol le hayan sacado de las neuronas algunos conceptos del Capitán Cula. El rubio volante fue partido a partido tratando de inculcar algunos conceptos con la paciencia de quien cuida una planta de marihuana. Pero en la derrota ante el Esparta por 2 a 0 no se aplicaron.
En lo futbolístico, el partido fue parejo. En el primer tiempo hubo un par de toques interesantes en la mitad de la cancha, pero todo se diluía en ¾ de cancha del rival. O el pase profundo era muy largo y Edu quedaba muy aislado de los volantes o la combinación entre Luis y Nacho terminaba con el muchacho de Palermo con la pelota, pero del otro lado de la raya de cal.
Con un pase comprometido de Avillaneda que Nacho no pudo dominar arrancó el gol del Esparta. El volante rival eludió dos o tres jugadores, Migue salvó la primera, pero el rebote le quedó al delantero que sólo la empujó. El AW siguió buscando, pero no tuvo situaciones claras. Algún remate de media distancia, o una que otra pelota parada fue lo más peligroso para el arco de los de enfrente.
En el segundo tiempo las sociedades siguieron sin aparecer. Más por imprecisión propia que por la presión del rival. Por la izquierda, Juanma y Lichi se empezaron a dar la pelota, pero no lograban avanzar en el campo. Por la derecha, Gabi, que pasó de ocho, no conseguía compañía. Y a Nacho, en general, tenía dos o tres marcas. Así, lo único que le llegó a los delanteros fueron paquetes complicados de controlar. Por eso no tuvieron chances de gol.
Tras el segundo gol comenzó el descontrol. El equipo se abrió más. Para colmo, Diego entró y al rato vio la roja. El rival tuvo más espacio y tiempo para lucirse y todo el AW empezó a hacer lo que más sabe: hablar. Y cuando eso pasa, Olvidensen del partido. Je. No quedaba chance para la remontada y allí quedaría el resultado.

Miguel Fernández (4): Nada que hacer en el primer gol. Atento en las salidas y en líneas generales, bien en los saques de arco, en los que no se apuró y decidió bien. Por allí estuvo algo flojo en la respuesta del segundo gol, pero pudo habérsele movido la pelota.

Gabriel Spina (4): Como siempre, correctísimo mientras está concentrado en el juego. Bien en la marca y en la salida en el PT. Después, cuando empieza a hablar se va del partido y comienza con las imprecisiones.

Francisco Ingleson (5): No pudo contener al volante rival en el primer gol. Si bien ganó algunas divididas, no estuvo tan preciso en los pases y a veces complicó la salida.

Alejandro D’Aquila (5): No tuvo grandes duelos con los delanteros y, como Piquín, tampoco alcanzó al rival en el tanto de la apertura. No llevó peligro al arco de enfrente como suele hacerlo. Cuando el equipo quedó con uno menos, cubrió bien la zona.

Juan Manuel Abud (4): Como el otro lateral, no tuvo calma. Por eso no pudo ponerle fructuosidad a sus subidas. En defensa casi no lo complicaron en el primer tiempo y en el segundo cometió algunas faltas.

Mauro Indómito (5): Bien ubicado, siempre fue salida por la derecha. Colaboró bastante en la marca y pudo proyectarse con criterio un par de veces. Abusó del pelotazo profundo y del centro al área, que en general no tuvieron buen destino.

Ezequiel Avillaneda (5): Tuvo más espacio que en partidos anteriores y distribuyó bien en el primer tiempo. Le faltó un poco de intensidad en la marca. En el segundo, con más espacios, se le complicó la contención y también empezó a fallar los pases.

Lisandro Seppia (4): Intentó bastante en el comienzo del partido. Trató de juntarse con Nacho y Luis. Por momentos lo logró. En el segundo, le ajustaron la marca y casi no pudo ser salida. Además también se enchinchó y empezó a protestarle al juez.

Ignacio D’Aquila (5): Buenas combinaciones con Luis, aunque a veces no se pudieron terminar bien. En general estuvo bien marcado y no pudo hacer circular mucho la pelota. Como siempre, genera alguna falta con un grito de dolor, a lo Riquelme. Como delantero, casi no la tocó.

Luis Lasaga (4): Partido difícil para los delanteros. Nunca le llegó clara la pelota y siempre estuvo bien marcado. Hubo varias jugadas en las que arrancó bien, pero no terminó de cerrarlas. Concentrado, colaboró en la marca.

Eduardo Blanch (4): Lo buscaron mucho, pero esta vez la aguantada no fue tan productiva. Como su compañero de ataque, con quien casi no se pudo conectar, no tuvo situaciones frente al arco y por momentos quedó aislado.

Ariel Pina (5): Entró en el peor momento del equipo y salvó una en la que intentó salir jugando y se la dio a un rival, no tuvo grandes complicaciones y trató de dársela siempre a un compañero.


Diego Castellani (2): Había entrado enchufado pidiendo la pelota y pasando bien. Se le complicaba un poco dominar la bocha y por eso a veces se lo comían. Pero por hablar se ganó las dos amarillas. Algo que se charló mil veces que no podía volver a pasar, pero evidentemente es más fuerte que algunos.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Nunca le pudo ganar al Tolosa: fue caída por 2 a 0

El Auf realizó su mejor desempeño ante un rival con el que siempre perdió


Hay un grupo mejor conformado que antes y hay una idea futbolística mucho más aceitada, pero hay cuestiones que vienen del pasado y todavía no se pueden resolver: el Tolosa nos tiene de hijos. No fue goleada como las veces anteriores. En esta ocasión fue derrota por 2 a 0 solamente, pero más allá de alguna circunstancia que siempre permite el fútbol, la superioridad del rival fue clara.
Dentro de las áreas, las situaciones no fueron desproporcionadas. Así como Gabriel tuvo que exigirse para cortar un par de centros, Lichi metió un par de remates que llevaron algo de peligro al arco rival. Eso fue durante el PT, cuando con concentración y orden, el Auf mantuvo a raya a los de camiseta del Inter.
En el segundo tiempo, con el sol pegando un poco más fuerte y con la piernas con un poco menos de energía, la cosa se fue inclinando hacia el arco que ahora ocupaba Migue. Las proyecciones del 4 del otro equipo se tornaron más peligrosas ante la ausencia de Juanma, el doble cinco rival comenzó a pisar más firme y los cambios de frente resultaron ser el arma determinante para que la defensa aufwiederseheniana se desmoronara. En una segunda jugada en la que el medio no presionó como correspondía, llegó la apertura del 10 para el 4, el centro y el cabezazo abajo del arco para que nuestro 1 de la moto averiada la fuera a buscar adentro. Luego de 3 partidos (contando el amistoso), los cruzados volvieron a recibir un gol.
A partir de allí, los nerazzurri se tranquilizaron y manejaron mejor la pelota. La pelota salía clara hacia los costados. Allí, a veces superados numéricamente, los volantes externos no alcanzaban a contener. Cuando el 5 se arrastraba hacia la banda para duplicar la marca, entonces llegaba el cambio de frente a una zona desguarnecida. Así nos tuvieron los últimos 20 minutos. Igual, el gol llegó de pelota parada. Entre el Mono y Alejo se amagaron y ninguno saltó a cabecear. Y llegó un Mostri por atrás que ensayó una especie de chilena y le salió bien.
Es cierto. Antes hubo un penal enorme como la panza del volante que le hizo caballito al D’Aquila de pelo corto. Y el partido estaba sólo 1 a 0. En un partido en el que la posesión estuvo a favor del otro equipo, el AW tuvo allí la chance de llegar al empate. No hubo mucho más como para merecer rescatar algún punto. Pero siempre está el lado positivo: contra este rival, el partido estaba siempre terminado a los quince minutos. Esta vez aunque sea se aguantó un tiempo.

Gabriel Spina (4): Sacó un par con los puños y dentro de todo sacó bien de abajo. Cuando pasó de volante la pidió mucho, pero al no tener la pelota mucho, no le llegó. En la marca ganó y perdió y después se sacó con siempre y se fue reemplazado.

Ariel Pina (5): Trató de entregarla bien. En general se la dio a un compañero y en la marca sufrió como todos, pero no tuvo gruesos errores ni lo pasaron alevosamente. El partido tampoco dio para que pasara mucho al ataque.

Francisco Ingleson (5): Por momentos desconcetrado, le dieron un par de indicaciones y salió a cortar a la espalda de Avillaneda con decisión y ganó casi todas las divididas. Batió el record de elevación de pelota en un rechace.

Alejandro D’Aquila (5): Bancó todo y cuando pudo acomodó un poco. Firme en la marca aunque sigue pifiando cuando tiene la pelota: a veces tiene opción de pase pero igual la revienta. Generó algo de peligro arriba y no saltó a cabecear en el segundo gol de ellos.

Juan Abud (6): La cuota de intensidad y recorrido que el partido requería. Con su salida, el equipo cayó un poco. El exceso de peso para ejercitar sus bíceps le jugó una mala pasada y no pudo seguir sosteniendo el carril izquierdo en el ST. Por ese lado llegó el gol en el complemento.

Gabriel Di Giovanni (4): En un partido en el que se tuvo poco la pelota y hubo que correr varios rivales, se notó su falta de ritmo. No pudo presionar mucho y con la pelota no estuvo tan fino. Como tres también se le complicó un poco.

Ezequiel Avillaneda (4): Mientras tuvo aire pudo sostener su zona. Después se cayó y ahí estuvo la clave de la derrota: en el medio. Ahogado, estuvo muy impreciso con la pelota y eso también cansó al equipo, que se la pasó marcando. Iba para un lado y la pelota volaba para el otro.

Ignacio D’Aquila (4): Algún que otro pase de primera buscando el otro costado del campo fue lo mejor que mostró. Después estuvo siempre muy presionado y no pudo pesar en ofensiva ni conectarse con los delanteros.

Lisandro Seppia (4): Ayudó un poco en la presión y después tuvo la jugada más peligrosa del AW en sus pies. Por derecha se perdió un poco. No estuvo firme en la marca y tampoco llegó con aire al fondo.

Luis Lasaga (5): Aunque no logró mucha eficacia fue importante para tratar de tapar la salida del 4. Después puso mucho sacrificio para pedirla y buscar llevar algo de peligro al arco rival, aunque no tuvo muchas enfrente del arco.

Eduardo Blanch (5): Otro al que se le premia el sacrificio más que el juego, que en este encuentro apareció poco. Luchó mucho, trató de aguantarla y también colaboró en la marca en campo rival. Tampoco tuvo situaciones ya que estuvo bien marcado.

Miguel Fernández (4): La mañana comenzó complicada por el desperfecto mecánico de su moto. Y siguió mal por los dos goles que recibió. Nada que hacer en el primero y una reacción un poco tardía en el segundo. Después sacó una bombeadita con una sola mano, a lo Navarro Montoya.


Diego Castellani (4): Como todos los que jugaron en el medio, sufrió la presión y no pudo hacer valer sus pases. Un par de buenas pisaditas y no mucho más.

lunes, 14 de octubre de 2013

Primera vez que le gana al Saarbrucken: fue 3 a 0

Buena producción y goleada del AW para volver a la victoria tras dos partidos

En un capítulo de una de las últimas buenas temporadas de Los Simpsons, Bob Patiño utilizaba la técnica de la hipnosis para llevar a que Bart matara a Krusty. Aquí en Ministro Rivadavia, el Capitán Cula no les muestra a sus jugadores relojes con movimientos de péndulo o espirales que al hacerlos girar te marean. Pero de tanto repetirlos, hay conceptos que parecen haber traspasado la primera capa de cuero cabelludo y algo de eso se vio en la victoria por 3 a 0 ante el Saarbrucken.
Lo que más complicado parecía era entrar concentrados desde el primer minuto. Ante un rival que manejó bien la pelota, que presionó y que cada tanto mandó pelotazos complicados a espaldas de los laterales, el conjunto de blanco y azul se mantuvo firme. Más que nada aguantó en esos primeros 40 minutos. El mediocampo de ellos combinaba bien y cada tanto se sumaba alguno de los de abajo. El AW trató de mantenerse ordenado y en ofensiva la alternativa más buscada fue el pelotazo a Edu. Pero el 9 siempre estuvo poco acompañado y fue absorbido por lo defensores. Por la izquierda, Nacho y Luis eran lo más preocupante para el Saarbrucken, aunque no terminaban de definir.
La paciencia y el orden mostrado en el PT tuvieron premio en el ST. Los contrincantes bajaron el ritmo notoriamente y al conjunto dirigido por el muchacho que toca dos teclados al mismo tiempo se le abrieron más los espacios. Así los cruzados tuvieron una circulación de pelota que casi no se había visto en el comienzo del encuentro. A partir de ahí se empezó a lucir Luis y comenzó a embocarla Edu. Precisamente tras un pase de Lasaga fue que Edu abrió el marcador. El segundo, tras un despeje de Avillaneda, Blanch tomó el rebote y facturó. Y en el tercero, luego de una buena jugada, le llegó a Martín para que definiera suave y rompiera con la hegemonía goleadora de Eduardo y Alejo.
Los principales aspectos para destacar fueron la contundencia, la valla invicta y hasta el toqueteo que por momentos pudo mostrar el equipo. Un partido redondo y ante un rival que no se entiendo como está tan abajo. Como tampoco tiene lógica que el rival al que enfrentamos la semana pasada haya vuelto a ganar. En fin, son las cosas del fútbol. Lo cierto es que por primera vez se le ganó al Saarbrucke. La próxima fecha habrá un desafío parecido, ya que nos hemos comido dos goleadas en los últimos enfrentamientos ante el Tolosa. Buena medida para ver la evolución del equipo y si el efecto de la influencia de CC dura más de una fecha.

Miguel Fernández (5,5): Tuvo un poco más de trabajo que la semana pasada. Otra vez mantuvo la valla invicta. Lo más importante fue un centro que sacó de cachetada y otro remate desde lejos que parecía que se metía, pero sacó sin problemas. Le hizo subir la presión a Edu en una que se salió jugando lejos, pero resolvió bien.

Gabriel Spina (6): Buen trabajo. Lo complicaron con muchos pelotazos buscando el hueco a su espalda pero en general ganó. La pidió y no se la dieron muy bien, así que no pudo sumarse mucho al ataque. Bien de arriba y correcto en la entrega.

Francisco Ingleson (7): ¿Fue la clave para volver a la victoria? Según él, sí. Volvió a la cancha tras dos partidos (una derrota y un empate) y el AW se llevó los tres puntos. No pegó tanto como otras veces, salió bien a presionar cuando le tocó y revoleó un pelota que hacía rato no tomaba tanta altura. Buen partido y clave para sostener el cero.

Alejandro D’Aquila (7,5): Una delicia para salir jugando con un sombrero. Siempre bien ubicado para sacar de cabeza. Aunque no está comprobado, posiblemente haya hablado porque la defensa no tuvo desacoples. Demostró que la zurda la tiene de decoración y que sufre cada vez más la influencia de Piquín: está encontrando en el despeje y no en el pase al compañero una de sus pasiones.

Gabriel Di Giovanni (6,5): Con un poco más de aire que la vez anterior y con más confianza, se mandó mucho más. Aunque a veces abusó de la individual, en general resolvió bien. Bastante firme en la marca, en el PT lo complicaron un poco más, pero salió bien parado en la mayoría de los mano a mano.

Mauro Indómito (6): Bien ubicado, colaboró en la marca y cuando pudo (no fueron muchas en ese complicado PT) se mandó al ataque. Abusó del pelotazo a Edu, pero la mayoría de las veces se la dio bien. Por ahí le faltó el pase al medio o a Spina para tener un poco más el control de la pelota.

Ezequiel Avillaneda (7,5): Impreciso y un poco faulero en el primer tiempo, se fue afirmando con el correr de los minutos. En el ST entró un poco más en el circuito de juego y tuvo un par de quites interesante. Se le escapó la marca en una que pudo haber sido el descuento del rival. Importante ganando de cabeza los saque de meta rivales para no meter al equipo atrás.

Ignacio D’Aquila (7,5): En este encuentro pareció haber dejado atrás los padecimientos físicos típicos de la 3ª edad que venía arrastrando. Rápido, metido, pidió la pelota y casi siempre la jugó bien. Además tuvo mucho ida y vuelta. En el segundo fue más adelante y aguantó la pelota, molestó a los defensores y asistió. Sigue con la mira descalibrada enfrente al arco.

Lisandro Seppia (6,5): Algo perdido en el PT, colaboró un poco en la marca, pero no pudo acompañar a los de arriba para descargaran en él. Para el complemento, con un poco más de espacio, tuvo más contacto con la pelota y resultó más importante para trasladar y pasar con precisión.

Luis Lasaga (8): Concentrado y metido en el partido como hace tiempo no se lo veía. Además, se lo ve más entero físicamente. Quedó algo perdido en el comienzo, pero empezó a conectarse con Nacho y a tocar la pelota y fue mejorando. Importante para marcar en la salida (no cometió foules), para tirarse a los costados y desbordar y también para asistir. Partidazo.

Eduardo Blanch (8): Volvió a marcar en duplicado (no lo hacía desde la anteúltima fecha del torneo anterior). Buenos remates en las dos únicas que tuvo. Después, lo de siempre. El aguante de la pelota y la insistencia para correrlas todas.

Diego Castellani (5): Aunque con un poco de fortuna, fue el que arrancó la jugada del primer gol. Más preciso que partidos anteriores, la pidió y entró en el circuito de pases de ¾ de cancha correctamente.


Martín Taddei (6): Algo desconcentrado y desordenado por momentos, le dio aire al mediocampo y llegó al área de enfrente con lucidez para definir suavemente y cerrar la goleada.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Fue empate sin goles ante el San Ignacio

En un partido ganable, el Auf Wiedersehen no pudo meterla y no pasó del cero

Los aspectos positivos que se vienen mencionando de hace rato se siguen manteniendo. Pero para redondear un gran torneo -sobre todo desde lo numérico- al Auf Wiedersehen le falta un poco de suerte y de puntería. En el partido anterior clavó tres pepas, pero se comió cuatro. Y en este último encuentro ante el San Ignacio FC peloteó al rival, pero no pudo meterla y el partido no se movió del 0 a 0.
Una pelota en el travesaño de Edu, un remate desde dentro del área chica que un defensor le sacó a Nacho, algún que otro puntinazo de Luis que pasó cerca y hasta un tiro con efecto de Gabi que el arquero bloqueó milagrosamente. En el otro arco, Migue se pegaba uno de los emboles más grandes de los últimos tiempos. Con ese panorama no hace falta hablar de merecimientos. Pero lo cierto es que al AW le cuesta cerrar las victorias. En este caso el rival se mostraba inferior. Hubo toques por momentos, buena presión y llegadas. La frustración pasó por no haberla embocado. Lisa y claramente. Después se mostró una buena actuación de la defensa, con Juanma que sigue sorprendiendo como 6. También apareció la patada asesina de cada partido, esta vez a cargo de Ariel. El mediocampo tuvo altibajos, pero en general cumplió. Y arriba, aunque no hubo gol, se mostró sacrificio y compromiso para pedir la pelota.
Para la próxima fecha toca un rival que en la tabla aparece peor ubicado que con el que se empató. Será cuestión de mantener el juego y ver si se puede meterla.

Miguel Fernández (5): Fue, de los partidos que se recuerdan, en el que menos participación tuvo. Asustó un poco en una jugada en la que no se decidía y terminó con una salida lujosa. Después, no queda mucho más para decir. Fue la prueba de la superioridad del AW.

Ariel Pina (6): Mantiene un buen nivel. Anticipó, marcó y la pasó bien en general. El juego se volcó bastante por su sector en el PT y no tuvo problemas.

Juan Abud (6): Con esta actuación demostró que su buen rendimiento del partido anterior no fue casualidad. Se ubicó bien, a pesar de su baja estatura ganó de cabeza y cubrió los costados cuando los laterales fueron desbordados. Gran actuación más allá de que esa posición es un poco más aburrida que ir de 3.

Alejandro D’Aquila (6): Tuvo un trabajo correcto. Generó peligro en el área rival, aunque esta vez no pudo convertir. Lo único que se le puede señalar, por ser el líder de la defensa, es que no decidió por momentos quien era el encargado de cerrar detrás del cinco, si él o Juanma.

Ezequiel Avillaneda (6): Tardó diez minutos en acomodarse. Después trató de proyectarse y dársela a los compañeros. Después de haber corrido un buen trecho, pasó de cinco y sostuvo a fuerza de presión la pelota en el campo rival. También se comió un topetazo demoledor de un Colorado mala leche que lo dejó sin aire un par de minutos.

Lisandro Seppia (5): Por allí lo único que se le puede reprochar es alguna desconcentración al momento de tomar la marca durante en PT. Después en general la pasó bien y gambeteó de lo lindo. Dejó los huevos en una que fue a cubrir.

Gabriel Spina (6): Trató de no complicarse y jugó siempre simple y efectivamente. Marcó y ganó las divididas. Buen partido, aunque siempre tiene su segundo de furia. Esta vez quiso vengar la patada que se comió Nacho y lo amonestaron. Zafó gracias al peso en AFA que tiene el CC y no le pasaron la amonestación que hubiera sido de suspensión.

Ignacio D’Aquila (5): La jugada que se pierde abajo del arco fue la fotografía del partido. Tiene como atenuante el mal estado del campo de juego. Lo mejor, en cambio, fue el caño que algunos dicen que le tiró al 4 rival, que después lo castigó.

Diego Castellani (4): Otro partido en el que no pesó. Lo más interesante lo mostró cuando combinó corto con Spina. Pero después tuvo un par de pases al rival, uno de los cuales fue de taco. Tampoco pudo hacer la diferencia desde la pelota parada, su punto fuerte.

Luis Lasaga (5): Mucho despliegue para marcar. Y sin hacer foules innecesarios. Buscó por todo el frente de ataque, se tiró atrás y trató de combinar con Edu. Tuvo un par frente al arco (no muy claras) que se fueron cerca. Mostró una versión mejorada: estuvo concentrado y se lo ve un poco más sólido fisícamente.

Eduardo Blanch (5): Le dio con un fierro en una jugada y el travesaño le dijo que no. Después remató un par de veces más, pero desde posiciones más incómodas. Igual, aunque no la haya metido, resultó importante aguantando la pelota y molestando en la salida.

Martín Godoy (5): Entró para darle un poco de aire a la defensa y cumplió. Sin sobresalir, controló al Colo, que iba por su sector, y trató de mostrarse como salida.


Gabriel Di Giovanni (5): Algo falto de ritmo, metió dos piques y fundió. Aunque no consiguió marcar la diferencia en ataque, colaboró en la marca con el 5 y con el 3.

viernes, 4 de octubre de 2013

Cayó ante el Wolfburgo por 4 a 3

El Auf Wiedersehen entró dormido y lo pagó con una derrota en un partidazo

Es muy difícil hacer una crónica luego de un partido como el del sábado que pasó.  Es difícil transformar en palabras tanta intensidad, tanto cambio de climas y, en definitiva, tanto fútbol.
El Auf Wiedersehen protagonizó uno de los mejores partidos en la historia de su institución.  Y a pesar del resultado (si bien el marcador refleja una cercanía, la proximidad no existió durante el partido, sólo fueron tres minutos), se vio un equipo que tiene armas para ilusionarse una vez que se deshaga de viejos vicios.
¿De qué hablamos con viejos vicios? De arrancar un partido en un nivel muy por debajo de lo que después muestra (cosa que no se entiende ya que se mejoró en el horario de llegada e incluso hay entrada en calor) y de regalar uno o dos goles por partido.  Porque el equipo cuando va perdiendo muestra otra cara que se divide en dos: empieza a jugar fútbol por abajo, a un toque y con prepotencia, y también empieza a poner duro y parejo.  Encontrar el equilibrio y hacerlo desde el minuto cero es una cuenta pendiente.
Se arrancó en los primeros minutos por debajo en el marcador.  Tiro libre cerca del área (cosa que se habló específicamente de evitar), barrera bien armada y arquero mal ubicado.  Miguel dio el paso detrás de la barrera y ya no pudo volver a su palo,  por donde la pelota entró con pique previo.  Después de la cagada a pedos en el partido anterior por parte del arquero, pareció una picardía comerse un gol así.  Pero la crítica se vio aplacada porque en las horas subsiguientes tanto el arquero de Independiente como el del rival del Manchester United se comieron un gol parecido.
El sopapo fue aún mayor cuando después de una salida fallida que agarró mal parada a toda la defensa, se la pasaron atrás a Ariel (que estaba por detrás de la línea del último hombre), que tardó en dominar y fue madrugado por un rival que le pegó lo suficientemente bien para encontrar mal parado a Migue y a cobrar.
A partir de ahí, el equipo entró al partido y generó la cantidad de situaciones a la que está acostumbrado, aunque también facturó como lo viene haciendo: en proporción, poco.  Tuvo cuatro muy claritas: un remate de media distancia de Mauro que el arquero atinó a sacar por arriba del travesaño.  De ese corner, una pelota que sobra al segundo palo y sorprende a Alejo, que intenta ubicarla en el segundo palo no dándose cuenta que estaba ya pasado y la tiró afuera.  Un mano a mano que Edu tardó una eternidad en definir luego de un pase marca registrada de CC.  Y una jugada colectiva que terminó en un muy buen desborde de Edu que Diego no pudo definir solo y en el área chica.
Resultado al final del primer tiempo: 0-2.  Pero en seguida comenzado el segundo tiempo, otro golpe: pelota al área, previa advertencia del réferi de no tomarse en el área, aparente agarrón desubicado de Gabi, penal en contra.  Migue estuvo muy cerca de sacarlo,  pero no lo consiguió. 
Tres goles abajo. ¿Partido terminado? No.  El adn del Olvídensen no lo permite.  Entonces siguió apretando y en una jugada de pelota parada –cuándo no-, centro de Mauro y Alejo cruza todo el área para terminar cabeceando casi de espaldas al arco.  Gol y situación bizarra del año: mientras el rival, ganando cómodo, esperaba para sacar, medio equipo Aufi estaba discutiendo con el réferi para que le otorgara el gol al defensor/goleador (se lo habia dado al rival en contra)
El partido pareció hacer un click ahí.  Los de la cruz en el pecho se dieron cuenta que podían y el rival empezó a mostrar flaquezas groseras atrás. Lo tuvo el mejor delantero de ellos en una jugada que terminó dando en el poste (a decir verdad, los dos delanteros de ellos eran muy buenos, rápidos para decidir y definir).  Después lo tuvo Lichi, en una pelota que venía viboreando y no pudo definir cerquita del arco.
El partido no estaba dado para los de azul y se vio en esa seguidilla de jugadas: primero pierde ese gol casi imposible y en la jugada siguiente sale un pelotazo, la van a buscar dos rivales –uno en off side de cinco metros- y entre la salida fallida de Migue y el cierre apurado de Juanma, terminó en gol.  Fue en contra de Juanma, que después de hacer varios cierres exitosísimos, en esta no tuvo suerte.
¿Ahora sí, partido definido? Todavía faltaban más emociones.  Porque dos patadas a Lichi hicieron echar a uno de los torpes rivales.  Y con uno más se siguió empujando. Y en una buena jugada, el mismo Lichi (que siempre parece tener un tiempo más) en lugar de definir de zurda sacó un centro hermoso para que defina Alejo que estaba esperando para definir: primero falló de cabeza, pero después no perdonó con su patada corta (en los controles del sega, pateó con el “c” en lugar de con el “z”)
Con el partido 2-4, no quedaba mucho tiempo.  Pero de tanto ir a la carga, lo dirigidos por CC encontraron una más.  Centro cruzado al área, Edu se comió una patada en la cara, el cuello y el pecho (así, tal cual) que fue sancionada con penal.  En el revoleo –cuándo no- Gabi fue expulsado.  El propio 9, luego de sacudirse el mareo, definió fuerte y puso el 3-4.
No había demasiado tiempo para más.  Ya se habían consumido los segundos y ni una última pelota llegó al área.
Gran partido para rescatar cosas y seguir mejorando.

Migue (3,5): los dos primeros goles (mucho más el primero) signan un poco su actuación.  En el tercero atoró como pudo (quizás se apuró un poco) y el penal estuvo muy cerca de sacarlo.  Y no tuvo mucha más chance de reivindicación.

Ariel (5): viene jugando muy bien, y este partido también lo hizo, pero su puntaje se ve perjudicado por ese gol entregado tan pronto en el partido.

Alejo (7,5): de su desempeño en ataque no se puede decir mucho,  pues los número hablan por sí solos: es goleador del equipo con cinco goles en seis partidos.  Una cifra impresionante para un delantero, más aún para un defensor.  Pero como defensor que es y más siendo el último hombre, no puede descuidar sus tareas básicas.  El segundo gol encuentra al marcador de punta por detrás de su línea.  Y en más de una ocasión Juanma tuvo que cerrar a sus espaldas (como la situación del gol).  El primer gol es un golazo, sin miramientos.

Juanma (7): Jugó un partido excepcional, más teniendo en cuenta su condición física (arrancó con una molestia en el tobillo que con el correr del partido se transformó en hematoma y en la imposibilidad casi de pisar). A pesar de amagar con salir un par de veces, aguantó todo el partido y fue el sostén de la defensa.  La jugada del gol en contra tenía más chances de ser gol que de no serlo, su cierre sólo lo pospuso un poco.

Gabi (6,5): una vez más mostró su sacrificio por el equipo.  Arrancó jugando ¡de tres! y en buena forma.  Lástima el muerto que le tira a Ariel, que terminó en el segundo gol.  Pero marcó muy bien, sobre todo teniendo en cuenta que por su punta que él y Nacho tuvieron que soportar en el primer tiempo los ataques más fuertes del equipo rival.  En segundo tiempo le tocó pasar por varios puestos de la mitad de la cancha, encontrando de cinco –su viejo amor- una versión muy potenciada: pases de primera, actitud de ataque y de marca.  Muy buen partido.

Martín (3,5): flojo partido.  Nunca encontró el ritmo, no pudo ni recuperar ni dar bien la pelota cuando lo tuvo.  Eso lo desanimó y ya no se pudo reponer.

Lichi (6,5): asistencia y recepción de patadas fueron su mayor aporte.  Pone en todas y deja todo lo que tiene.  De todas maneras, el doble cinco no parece la posición ideal para él.

Mauro (5): Todavía no encuentra su mejor forma.  No logra desprenderse rápido de la pelota, por lo que traslada mucho, a veces con buen resultado y a veces con malo.  El equipo encuentra en su remate en movimiento y en pelota parada un remanso y una posibilidad cierta de gol.

Nacho (6): de a poco vuelve al nivel que el equipo necesita.  Jugando por la izquierda, manejó bien la marca (se entendió bien con Gabi), dio buenos pases (uno excelente que dejó a Edu solo y no pudo facturar) y generó mediante sus ya consabidas maniobras “rolfianas” tiro libres a favor.  Pero todavía le falta despliegue para jugar en esa posición.  Se resintió cuando tuvo que correr al más veloz delantero rival, jugada que terminó con un empujón salvador y algo gracioso.

Diego (4): no viene teniendo buenos rendimientos.  Le cuesta asociarse y no entra en circuito. Más aún, tuvo la posibilidad cierta del gol en sus pies y lo erró increíblemente.

Edu (5,5): no está en su mejor nivel pero siempre obliga, dio una buena asistencia que Diego no pudo capitalizar y generó la jugada del penal que él mismo convirtió.

Tito (5): esta vez no pudo ser desequilibrante como en el partido anterior.  Pero su tenacidad pone una sana tensión que lleva el equipo para adelante.

Fede (5): de a poco va ganando ritmo y sumándose al equipo.  Pero todavía le falta.


Luis (4,5): otro que le falta ritmo.  No pudo hacer una diferencia.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Le ganó 1 a 0 al Kant

En un partido deslucido, el AW ganó y acumuló tres encuentros sin derrotas 

La lluvia hizo que el mundo tuviera que esperar 21 días para volver a ver el fútbol del Auf Wiedersehen. Al final salió el sol, y para festejar la Primavera, el equipo de CC le dio una flor de lección de órden, paciencia e inteligencia para vencer por 1 a 0 al Kant en la 5ª fecha de la Vascogermana.
El primer tiempo fue como el 0 a 0 entre el Argentinos de Caruso y el Arsenal de Alfaro. Es decir, no se recuerdan llegadas a los arcos, aunque sí muchas pelotas que se fueron afuera, unos cuantos que tuvieron que ser atendidos por lesión y bastante de protestas al juez. El conjunto con nombre de filósofo prusiano proponía llenar de pelotazos el área de Migue. En cambio el Adiós trataba de salir jugando, pero un poco por presión del rival y otro por imprecisión de los de abajo, no podía hacerse del control del balón por mucho tiempo. Con ello se dificultaba abastecer bien a los de arriba. Mauro trasladaba demasiado para la posición en la que estaba, Diego estuvo muy impreciso en la entrega y los volantes externos quedaban muy aislados y casi siempre en inferioridad numérica.
La defensa se mantuvo firme durante todo el encuentr y los cambios le dieron un toque de frescura al ataque. No sólo por la capacidad pulmonar sacaron ventaja. Luis entró bien de punta y obligó a la defensa de los del Celtic Blue a retroceder unos metros. Eso le dio algo más de espacio para que en el medio Nacho pudiera combinar con más tranquilidad, Tito consiguiera llegar al fondo y Gabi, por la derecha, tuviera unos segundo más para decidir mejor el destino de los pases.
El tanto llegó, como le encanta a los entrenadores antes mencionados, por la pelota parada. Casi de mitad de cancha, Mauro mandó un bochazo que Alejo peinó y se le coló de caño al portero. Pero lo cierto es que el AW tuvo también llegadas de jugada. Así, Tito le puso un pase a Edu que el arquero rival tapó. El mismo delantero generó sólo otro mano a mano que luego se encargó de desperdiciar.
Sin brillar, el plantel de medias y pantalones azules pudo llevarse la victoria. De a poco, los números, que hablan por sí mismos, lo empiezan a acompañar. Lleva tres partidos sin perder y por segunda vez mantuvo la valla invicta. Con un encuentro más con el arco en 0, igualaría la mejor marca, cuando Avillaneda estuvo tres partidos sin recibir tantos entre la 5ª y la 7ª fecha del Apertura 2012.

Miguel Fernández (6): Dejó las costillas en un centro y después sacó una tremenda por arriba del travesaño. Aunque se calentó porque la barrera no le dio pelota, se mantuvo siempre seguro y no protestó. Algo flojo en los saques de arco, aunque  vale decir que el viento complicó.

Ariel Pina (6): Si bien el árbitro lo tomó un poco de punto, le faltó picardía para que no le cobraran tantas faltas en el primer tiempo. En el segundo se afirmó completamente. No cometió ni una infracción, anticipó todas y hasta entregó una que otra pelota al compañero.

Francisco Ingleson (6): Quizá revoleó demasiado. Pero sacó todo. Ganó las divididas y aunque no lo tuvo que hacer mucho (lo que demuestra que el equipo estuvo ordenado) no quedó pagando. Bien dándole una mano a Pina. Cómo siempre añadió su pizca de rusticidad y vio la amarilla.

Alejandro D’Aquila (7): Cada vez más goleador y más violento. En un partido trabadísimo, fue con confianza y marcó por 3ª vez en 5 partidos (hasta ahora, en cinco torneos había marcado 3 goles). Una marca notable para un defensor. Cada vez más líder de la defensa, le pegó un topetazo a un delantero, quien todavía sigue mareado y sumó una nueva amarilla (quedó en capilla).

Juan Abud (6): No fue salida clara y por momentos arriesgó demasiado. Pero lo cierto es que él mismo soluciona las cagadas que se manda. Y también releva para solucionar algunas cagadas de los demás. La dosis de velocidad y resistencia que todo equipo también necesita.

Gabriel Spina (6): Después de un primer tiempo en el que se le complicó acomodarse, tuvo más espacio en el segundo y buscó siempre el espacio libre para dar el pase. Estuvo más preciso y pudo generar algo de peligro por su sector.

Mauro Indómito (5): La inactividad lo mata. Después del receso sintió la falta de ritmo y le fató lucidez para no complicarse en una posición en la que no te podés equivocar. Metió el pase gol para Alejo y con eso emparejó un poco. Cuando juega dos fines de semana seguidos, se nota enseguida la mejora en el nivel.

Lisandro Seppia (5): Hace una gran dupla en el medio con Mauro, donde rinde más que por afuera. No brilló en el friccionado primer tiempo. En el segundo se soltó más, se adelantó unos metros y participó más del juego. Importante en el juego aéreo.

Martín Taddei (5): Correcto partido, aunque por momentos estuvo muy sólo y no tuvo descarga cerca. Así y todo mantuvo el orden táctico y fue importante para que no complicaran por ese sector. La dio bien, pero no llegó a generar peligro.

Diego Castellani (4): La pidió mucho y siempre trató de hacerse de la pelota. Pero sufrió la presión del rival cuando tenían más aire y perdió muchas pelotas. En el ratito que entró en el segundo tiempo no pudo hacer mucho.

Eduardo Blanch (4): Más protestón que otras veces, casi no le llegó una en el PT. En el segundo, tuvo un poco más de asistencia. Se perdió una tras un pase de Tito y después se mandó una corrida memorable, pero se nubló al definir.

Ernesto Rodríguez (6): Entró a mil por hora y aprovechó el desgaste rival para hacer valer su capacidad aeróbica. Fue y vino, fue y vino, y así y todo cada tanto logró dársela a un compañero.

Luis Lasaga (5): Le dio un poco más de peso ofensivo al equipo, pero todavía no llega a su mejor forma. Importante para presionar la salida, combinó bien con Nacho en una linda doble pared. En los tiros de esquina alternó buenas y malas.


Ignacio D’Aquila (6): Otro relevo que le cambió la cara al equipo. Aunque entró por Mauro y el medio perdió algo de marca, el equipo ganó en juego. Se asoció bien con todos los que tuvo alrededor y aprovechó para ir ganando ritmo.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Empate 0 a 0 ante el Fenix Vogel

El árbitro evitó que el refuerzo de lujo le diera un triunfo épico en el clásico al AW

La de esta fecha fue una historia que ya se escribió varias veces. La que tantas veces se reprodujo en películas. El la de un chico que vuelve a su país después de varios años, que se reencuentra con los pibes que conocía desde chico, que se calza la camiseta que hubiera sido suya si no se hubiera ido y que se puso a jugar un rato al fútbol. Como en los repetidos guiones hollywoodenses, el tipo entra cuando el partido iba 0 a 0. Encima, contra un equipo que es lo más parecido a un clásico, que es el archirrival. Entonces llega un centro al área, la pelota se eleva y le queda al muchacho, que ensaya una chilena espectacular para darle el triunfo a su equipo cuando quedaban segundos para que terminara el encuentro. Allí es cuando tendría que llegar el festejo, el confeti, las porristas bamboleando los pechos con sus saltos, la tribuna delirando y la llevada en andas del protagonista. Pero la música de tono épico no se escucha. ¿Se olvidaron de poner play? El árbitro levanta la mano. ¿Qué le pasa? Está marcando una falta. ¿Pero no fue gol? ¿Qué pasó? Ah, no. El héroe de esta historia gritó “Voy”. Le anularon el gol y el partido terminó 0 a 0.
Y bué. Quizá con este libreto no se llegue a la meca del cine. A lo sumo se podrá hacer una tira a la que cambien de horario varias veces hasta que la levanten. Pero lo importante es que en la divina mañana de Ministro Rivadavia estuvieron casi todos. Salvo por Gabi Di Giovanni, que estaba suspendido, Capitán Cula pudo tener todo su plantel a disposición. Rindieron los titulares, cumplieron los suplentes y de no ser por el forro del árbitro, que podía haberse hecho el boludo, el Auf Wiedersehen se podría haber llevado los tres puntos.
Generó bastante en el PT, con Spina preciso por la derecha y con Diego juntándose con él. Aguantó mucho Edu, para darle descanso al equipo y abajo, con aire, la defensa se mantuvo firme. En el segundo tiempo el conjunto de blanco y celeste no estuvo tan compacto. Se abrieron algunos espacios y se sufrió un poco en la pelota parada. Pero esta vez ligó lo suficiente como para mantener la valla en cero por primera vez en el torneo. Lindo partido, buen funcionamiento dentro de todo y lo más reconfortante: ver el plantel completo cagandose de risa.

Miguel (6): siguiendo el ejemplo de los arqueros de Newell’s y el Barcelona, juega de líbero, involucrándose en el juego del resto del equipo.  Se lució con algunas salidas con los pies, incluso tirando un sombrerito.   Y en el arco cada vez está más afianzado,  mejorando sobretodo en el corte de los centros.

Ariel (6.5): tuvo un primero tiempo de excepción, en la marca y sobretodo en ataque.  Gran despliegue e precisión, cumplió el plan de juego a la perfección, con intensidad en la marca y siempre siendo opción de pase.  Gran dupla con Gabi por la derecha.  Como era lógico y parte del plan, en el segundo tiempo se cayó un poco y fue reemplazado.  Pero fue una alta producción.

Pikín (6.5): el Mariscal Itinerante estuve a la caza de rivales y pelota durante todo el primer tiempo, salía a los costados y al frente, anticipaba y nunca cometía una falta.  Dio muestras de su calidad.

Alejo (8): partidazo.  Era un espectáculo verlo de afuera.  Cuando terminó el partido, se escuchó a los rivales ante el reclamo entre ellos “no nos dejaron una”.  Alejo fue responsable grande de eso.  Por arriba y por abajo, intentó jugar como es su característica primordial,  pero también entendió que al ser último hombre que cuando hay que romper, hay que romper.

Juanma (5.5): tiene controlada su banda.  Pero el equipo eligió constantemente jugar por la izquierda,  por lo que no lo pudo aprovechar.  De todas formas, está todo el tiempo colaborando y no se desespera cuando el juego no le llega.  Será en mejor interés del equipo que lo tenga más en cuenta.

Gabi Spina (6.5): parecido al caso de Ariel, el primer tiempo fue un punto altísimo en su carrera en el Auf.  Presión para recuperar la pelota, intención de juego por abajo para crear y despliegue para cubrir los espacios.  Teniendo en cuenta que no venía jugando, el mérito es doble.

Ezquiel Avillaneda (7): muy buena producción del número cinco titular.  Si bien todavía no tiene incorporado el chip de la paciencia y el juego fino, arrasa con todo.  Y eso le da vitalidad al equipo.

Lisandro Seppia (5.5): similar al caso de Juanma, el equipo no jugó mucho por su sector y no pudo entrar en circuito.  Igual, controla todo lo que pasa cerca.

Diego (4): no está teniendo el nivel que el equipo necesita de enganche.  Quizás tendría que buscar juego por otro sector para involucrarse más. Y además esta vez no pudo hacerse fuerte en la pelota parada.

Edu (7): genera y provoca muchísimo de lo que el equipo gesta en ataque.  La aguante, se apoya, gira y le pega al arco.  Incluso a veces peca de generoso porque tiene los recursos para resolver.  No erró goles fáciles, por eso el puntaje, todo fue ganancia.

Luis (4): Volvió después de una larga inactividad y se noto.  Fuera de ritmo, no pudo conectar mucho.  Para colmo por su posición tuvo en sus pies las dos más claras del partido para abrir el marcador.

Fede Godoy (4): después del buen primer tiempo, se notó el cambio.  Todavía le falta en su recuperación.

Martín (4): a contramano del equipo, no pudo entrar en idea ni intención.

Joel Ansiporovich (7): unas cuantas jugadas le alcanzaron para mostrar su talento.  Hacía rato que el equipo no veía alguien que jugara a esa velocidad y que aún así pudiera para la pelota, levantar la cabeza y jugar a los costados.  Podría haber hecho el gol(azo) del triunfo con una chilena sobre la hora, pero sus ganas lo hicieron pedir la pelota en voz alta.


Nacho (5): jugó casi nada por su lesión, pero entró a compartir la cancha y a pedido del ayudante de campo del día (Mauro) para ordenar un poco el equipo.