En un capítulo de una de las últimas buenas temporadas
de Los Simpsons, Bob Patiño utilizaba la técnica de la hipnosis para llevar a
que Bart matara a Krusty. Aquí en Ministro Rivadavia, el Capitán Cula no les
muestra a sus jugadores relojes con movimientos de péndulo o espirales que al
hacerlos girar te marean. Pero de tanto repetirlos, hay conceptos que parecen
haber traspasado la primera capa de cuero cabelludo y algo de eso se vio en la
victoria por 3 a 0 ante el Saarbrucken.
Lo que más complicado parecía era entrar concentrados
desde el primer minuto. Ante un rival que manejó bien la pelota, que presionó y
que cada tanto mandó pelotazos complicados a espaldas de los laterales, el
conjunto de blanco y azul se mantuvo firme. Más que nada aguantó en esos primeros
40 minutos. El mediocampo de ellos combinaba bien y cada tanto se sumaba alguno
de los de abajo. El AW trató de mantenerse ordenado y en ofensiva la
alternativa más buscada fue el pelotazo a Edu. Pero el 9 siempre estuvo poco
acompañado y fue absorbido por lo defensores. Por la izquierda, Nacho y Luis
eran lo más preocupante para el Saarbrucken, aunque no terminaban de definir.
La paciencia y el orden mostrado en el PT tuvieron
premio en el ST. Los contrincantes bajaron el ritmo notoriamente y al conjunto
dirigido por el muchacho que toca dos teclados al mismo tiempo se le abrieron
más los espacios. Así los cruzados tuvieron una circulación de pelota que casi
no se había visto en el comienzo del encuentro. A partir de ahí se empezó a
lucir Luis y comenzó a embocarla Edu. Precisamente tras un pase de Lasaga fue
que Edu abrió el marcador. El segundo, tras un despeje de Avillaneda, Blanch
tomó el rebote y facturó. Y en el tercero, luego de una buena jugada, le llegó
a Martín para que definiera suave y rompiera con la hegemonía goleadora de
Eduardo y Alejo.
Los principales aspectos para destacar fueron la
contundencia, la valla invicta y hasta el toqueteo que por momentos pudo
mostrar el equipo. Un partido redondo y ante un rival que no se entiendo como
está tan abajo. Como tampoco tiene lógica que el rival al que enfrentamos la
semana pasada haya vuelto a ganar. En fin, son las cosas del fútbol. Lo cierto
es que por primera vez se le ganó al Saarbrucke. La próxima fecha habrá un
desafío parecido, ya que nos hemos comido dos goleadas en los últimos
enfrentamientos ante el Tolosa. Buena medida para ver la evolución del equipo y
si el efecto de la influencia de CC dura más de una fecha.
Miguel Fernández (5,5):
Tuvo un poco más de trabajo que la semana pasada. Otra vez mantuvo la valla
invicta. Lo más importante fue un centro que sacó de cachetada y otro remate
desde lejos que parecía que se metía, pero sacó sin problemas. Le hizo subir la
presión a Edu en una que se salió jugando lejos, pero resolvió bien.
Gabriel Spina (6):
Buen trabajo. Lo complicaron con muchos pelotazos buscando el hueco a su
espalda pero en general ganó. La pidió y no se la dieron muy bien, así que no
pudo sumarse mucho al ataque. Bien de arriba y correcto en la entrega.
Francisco Ingleson (7): ¿Fue la clave para volver a la victoria? Según él, sí. Volvió a
la cancha tras dos partidos (una derrota y un empate) y el AW se llevó los tres
puntos. No pegó tanto como otras veces, salió bien a presionar cuando le tocó y
revoleó un pelota que hacía rato no tomaba tanta altura. Buen partido y clave
para sostener el cero.
Alejandro D’Aquila (7,5): Una delicia para salir jugando con un sombrero. Siempre bien
ubicado para sacar de cabeza. Aunque no está comprobado, posiblemente haya
hablado porque la defensa no tuvo desacoples. Demostró que la zurda la tiene de
decoración y que sufre cada vez más la influencia de Piquín: está encontrando
en el despeje y no en el pase al compañero una de sus pasiones.
Gabriel Di Giovanni (6,5): Con un poco más de aire que la vez anterior y con más
confianza, se mandó mucho más. Aunque a veces abusó de la individual, en
general resolvió bien. Bastante firme en la marca, en el PT lo complicaron un
poco más, pero salió bien parado en la mayoría de los mano a mano.
Mauro Indómito (6):
Bien ubicado, colaboró en la marca y cuando pudo (no fueron muchas en ese
complicado PT) se mandó al ataque. Abusó del pelotazo a Edu, pero la mayoría de
las veces se la dio bien. Por ahí le faltó el pase al medio o a Spina para
tener un poco más el control de la pelota.
Ezequiel Avillaneda (7,5): Impreciso y un poco faulero en el primer tiempo, se fue
afirmando con el correr de los minutos. En el ST entró un poco más en el
circuito de juego y tuvo un par de quites interesante. Se le escapó la marca en
una que pudo haber sido el descuento del rival. Importante ganando de cabeza
los saque de meta rivales para no meter al equipo atrás.
Ignacio D’Aquila (7,5):
En este encuentro pareció haber dejado atrás los padecimientos físicos típicos
de la 3ª edad que venía arrastrando. Rápido, metido, pidió la pelota y casi
siempre la jugó bien. Además tuvo mucho ida y vuelta. En el segundo fue más
adelante y aguantó la pelota, molestó a los defensores y asistió. Sigue con la
mira descalibrada enfrente al arco.
Lisandro Seppia (6,5):
Algo perdido en el PT, colaboró un poco en la marca, pero no pudo acompañar a
los de arriba para descargaran en él. Para el complemento, con un poco más de
espacio, tuvo más contacto con la pelota y resultó más importante para
trasladar y pasar con precisión.
Luis Lasaga
(8): Concentrado y metido en el partido como hace
tiempo no se lo veía. Además, se lo ve más entero físicamente. Quedó algo
perdido en el comienzo, pero empezó a conectarse con Nacho y a tocar la pelota
y fue mejorando. Importante para marcar en la salida (no cometió foules), para
tirarse a los costados y desbordar y también para asistir. Partidazo.
Eduardo Blanch (8):
Volvió a marcar en duplicado (no lo hacía desde la anteúltima fecha del torneo
anterior). Buenos remates en las dos únicas que tuvo. Después, lo de siempre.
El aguante de la pelota y la insistencia para correrlas todas.
Diego Castellani (5):
Aunque con un poco de fortuna, fue el que arrancó la jugada del primer gol. Más
preciso que partidos anteriores, la pidió y entró en el circuito de pases de ¾ de
cancha correctamente.
Martín Taddei (6):
Algo desconcentrado y desordenado por momentos, le dio aire al mediocampo y
llegó al área de enfrente con lucidez para definir suavemente y cerrar la
goleada.
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