Hay un grupo mejor conformado que antes y hay una idea
futbolística mucho más aceitada, pero hay cuestiones que vienen del pasado y todavía
no se pueden resolver: el Tolosa nos tiene de hijos. No fue goleada como las
veces anteriores. En esta ocasión fue derrota por 2 a 0 solamente, pero más
allá de alguna circunstancia que siempre permite el fútbol, la superioridad del
rival fue clara.
Dentro de las áreas, las situaciones no fueron
desproporcionadas. Así como Gabriel tuvo que exigirse para cortar un par de
centros, Lichi metió un par de remates que llevaron algo de peligro al arco
rival. Eso fue durante el PT, cuando con concentración y orden, el Auf mantuvo
a raya a los de camiseta del Inter.
En el segundo tiempo, con el sol pegando un poco más
fuerte y con la piernas con un poco menos de energía, la cosa se fue inclinando
hacia el arco que ahora ocupaba Migue. Las proyecciones del 4 del otro equipo
se tornaron más peligrosas ante la ausencia de Juanma, el doble cinco rival
comenzó a pisar más firme y los cambios de frente resultaron ser el arma
determinante para que la defensa aufwiederseheniana se desmoronara. En una
segunda jugada en la que el medio no presionó como correspondía, llegó la
apertura del 10 para el 4, el centro y el cabezazo abajo del arco para que
nuestro 1 de la moto averiada la fuera a buscar adentro. Luego de 3 partidos
(contando el amistoso), los cruzados volvieron a recibir un gol.
A partir de allí, los nerazzurri se tranquilizaron y
manejaron mejor la pelota. La pelota salía clara hacia los costados. Allí, a
veces superados numéricamente, los volantes externos no alcanzaban a contener.
Cuando el 5 se arrastraba hacia la banda para duplicar la marca, entonces
llegaba el cambio de frente a una zona desguarnecida. Así nos tuvieron los
últimos 20 minutos. Igual, el gol llegó de pelota parada. Entre el Mono y Alejo
se amagaron y ninguno saltó a cabecear. Y llegó un Mostri por atrás que ensayó
una especie de chilena y le salió bien.
Es cierto. Antes hubo un penal enorme como la panza
del volante que le hizo caballito al D’Aquila de pelo corto. Y el partido
estaba sólo 1 a 0. En un partido en el que la posesión estuvo a favor del otro
equipo, el AW tuvo allí la chance de llegar al empate. No hubo mucho más como
para merecer rescatar algún punto. Pero siempre está el lado positivo: contra
este rival, el partido estaba siempre terminado a los quince minutos. Esta vez
aunque sea se aguantó un tiempo.
Gabriel Spina (4):
Sacó un par con los puños y dentro de todo sacó bien de abajo. Cuando pasó de
volante la pidió mucho, pero al no tener la pelota mucho, no le llegó. En la
marca ganó y perdió y después se sacó con siempre y se fue reemplazado.
Ariel Pina (5):
Trató de entregarla bien. En general se la dio a un compañero y en la marca
sufrió como todos, pero no tuvo gruesos errores ni lo pasaron alevosamente. El
partido tampoco dio para que pasara mucho al ataque.
Francisco Ingleson (5): Por momentos desconcetrado, le dieron un par de indicaciones y
salió a cortar a la espalda de Avillaneda con decisión y ganó casi todas las
divididas. Batió el record de elevación de pelota en un rechace.
Alejandro D’Aquila (5): Bancó todo y cuando pudo acomodó un poco. Firme en la marca
aunque sigue pifiando cuando tiene la pelota: a veces tiene opción de pase pero
igual la revienta. Generó algo de peligro arriba y no saltó a cabecear en el
segundo gol de ellos.
Juan Abud (6): La cuota de intensidad y recorrido que el partido requería. Con su
salida, el equipo cayó un poco. El exceso de peso para ejercitar sus bíceps le
jugó una mala pasada y no pudo seguir sosteniendo el carril izquierdo en el ST.
Por ese lado llegó el gol en el complemento.
Gabriel Di Giovanni (4): En un partido en el que se tuvo poco la pelota y hubo que
correr varios rivales, se notó su falta de ritmo. No pudo presionar mucho y con
la pelota no estuvo tan fino. Como tres también se le complicó un poco.
Ezequiel Avillaneda (4): Mientras tuvo aire pudo sostener su zona. Después se cayó y ahí
estuvo la clave de la derrota: en el medio. Ahogado, estuvo muy impreciso con
la pelota y eso también cansó al equipo, que se la pasó marcando. Iba para un
lado y la pelota volaba para el otro.
Ignacio D’Aquila (4):
Algún que otro pase de primera buscando el otro costado del campo fue lo mejor
que mostró. Después estuvo siempre muy presionado y no pudo pesar en ofensiva
ni conectarse con los delanteros.
Lisandro Seppia (4):
Ayudó un poco en la presión y después tuvo la jugada más peligrosa del AW en
sus pies. Por derecha se perdió un poco. No estuvo firme en la marca y tampoco
llegó con aire al fondo.
Luis Lasaga (5):
Aunque no logró mucha eficacia fue importante para tratar de tapar la salida
del 4. Después puso mucho sacrificio para pedirla y buscar llevar algo de
peligro al arco rival, aunque no tuvo muchas enfrente del arco.
Eduardo Blanch (5):
Otro al que se le premia el sacrificio más que el juego, que en este encuentro
apareció poco. Luchó mucho, trató de aguantarla y también colaboró en la marca
en campo rival. Tampoco tuvo situaciones ya que estuvo bien marcado.
Miguel Fernández (4):
La mañana comenzó complicada por el desperfecto mecánico de su moto. Y siguió
mal por los dos goles que recibió. Nada que hacer en el primero y una reacción un
poco tardía en el segundo. Después sacó una bombeadita con una sola mano, a lo
Navarro Montoya.
Diego Castellani (4):
Como todos los que jugaron en el medio, sufrió la presión y no pudo hacer valer
sus pases. Un par de buenas pisaditas y no mucho más.
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