El Auf Wiedersehen entró dormido y lo pagó con una derrota en un partidazo
Es muy difícil hacer una crónica luego de un partido como el
del sábado que pasó. Es difícil
transformar en palabras tanta intensidad, tanto cambio de climas y, en
definitiva, tanto fútbol.
El Auf Wiedersehen protagonizó uno de los mejores partidos
en la historia de su institución. Y a
pesar del resultado (si bien el marcador refleja una cercanía, la proximidad no
existió durante el partido, sólo fueron tres minutos), se vio un equipo que
tiene armas para ilusionarse una vez que se deshaga de viejos vicios.
¿De qué hablamos con viejos vicios? De arrancar un partido
en un nivel muy por debajo de lo que después muestra (cosa que no se entiende
ya que se mejoró en el horario de llegada e incluso hay entrada en calor) y de
regalar uno o dos goles por partido. Porque
el equipo cuando va perdiendo muestra otra cara que se divide en dos: empieza a
jugar fútbol por abajo, a un toque y con prepotencia, y también empieza a poner
duro y parejo. Encontrar el equilibrio y
hacerlo desde el minuto cero es una cuenta pendiente.
Se arrancó en los primeros minutos por debajo en el
marcador. Tiro libre cerca del área
(cosa que se habló específicamente de evitar), barrera bien armada y arquero
mal ubicado. Miguel dio el paso detrás
de la barrera y ya no pudo volver a su palo,
por donde la pelota entró con pique previo. Después de la cagada a pedos en el partido
anterior por parte del arquero, pareció una picardía comerse un gol así. Pero la crítica se vio aplacada porque en las
horas subsiguientes tanto el arquero de Independiente como el del rival del
Manchester United se comieron un gol parecido.
El sopapo fue aún mayor cuando después de una salida fallida
que agarró mal parada a toda la defensa, se la pasaron atrás a Ariel (que
estaba por detrás de la línea del último hombre), que tardó en dominar y fue
madrugado por un rival que le pegó lo suficientemente bien para encontrar mal
parado a Migue y a cobrar.
A partir de ahí, el equipo entró al partido y generó la
cantidad de situaciones a la que está acostumbrado, aunque también facturó como
lo viene haciendo: en proporción, poco.
Tuvo cuatro muy claritas: un remate de media distancia de Mauro que el
arquero atinó a sacar por arriba del travesaño.
De ese corner, una pelota que sobra al segundo palo y sorprende a Alejo,
que intenta ubicarla en el segundo palo no dándose cuenta que estaba ya pasado
y la tiró afuera. Un mano a mano que Edu
tardó una eternidad en definir luego de un pase marca registrada de CC. Y una jugada colectiva que terminó en un muy
buen desborde de Edu que Diego no pudo definir solo y en el área chica.
Resultado al final del primer tiempo: 0-2. Pero en seguida comenzado el segundo tiempo,
otro golpe: pelota al área, previa advertencia del réferi de no tomarse en el
área, aparente agarrón desubicado de Gabi, penal en contra. Migue estuvo muy cerca de sacarlo, pero no lo consiguió.
Tres goles abajo. ¿Partido terminado? No. El adn del Olvídensen no lo permite. Entonces siguió apretando y en una jugada de
pelota parada –cuándo no-, centro de Mauro y Alejo cruza todo el área para
terminar cabeceando casi de espaldas al arco.
Gol y situación bizarra del año: mientras el rival, ganando cómodo,
esperaba para sacar, medio equipo Aufi estaba discutiendo con el réferi para
que le otorgara el gol al defensor/goleador (se lo habia dado al rival en
contra)
El partido pareció hacer un click ahí. Los de la cruz en el pecho se dieron cuenta
que podían y el rival empezó a mostrar flaquezas groseras atrás. Lo tuvo el
mejor delantero de ellos en una jugada que terminó dando en el poste (a decir
verdad, los dos delanteros de ellos eran muy buenos, rápidos para decidir y
definir). Después lo tuvo Lichi, en una
pelota que venía viboreando y no pudo definir cerquita del arco.
El partido no estaba dado para los de azul y se vio en esa
seguidilla de jugadas: primero pierde ese gol casi imposible y en la jugada
siguiente sale un pelotazo, la van a buscar dos rivales –uno en off side de
cinco metros- y entre la salida fallida de Migue y el cierre apurado de Juanma,
terminó en gol. Fue en contra de Juanma,
que después de hacer varios cierres exitosísimos, en esta no tuvo suerte.
¿Ahora sí, partido definido? Todavía faltaban más
emociones. Porque dos patadas a Lichi
hicieron echar a uno de los torpes rivales.
Y con uno más se siguió empujando. Y en una buena jugada, el mismo Lichi
(que siempre parece tener un tiempo más) en lugar de definir de zurda sacó un
centro hermoso para que defina Alejo que estaba esperando para definir: primero
falló de cabeza, pero después no perdonó con su patada corta (en los controles
del sega, pateó con el “c” en lugar de con el “z”)
Con el partido 2-4, no quedaba mucho tiempo. Pero de tanto ir a la carga, lo dirigidos por
CC encontraron una más. Centro cruzado
al área, Edu se comió una patada en la cara, el cuello y el pecho (así, tal
cual) que fue sancionada con penal. En
el revoleo –cuándo no- Gabi fue expulsado.
El propio 9, luego de sacudirse el mareo, definió fuerte y puso el 3-4.
No había demasiado tiempo para más. Ya se habían consumido los segundos y ni una
última pelota llegó al área.
Gran partido para rescatar cosas y seguir mejorando.
Migue (3,5): los
dos primeros goles (mucho más el primero) signan un poco su actuación. En el tercero atoró como pudo (quizás se
apuró un poco) y el penal estuvo muy cerca de sacarlo. Y no tuvo mucha más chance de reivindicación.
Ariel (5): viene
jugando muy bien, y este partido también lo hizo, pero su puntaje se ve
perjudicado por ese gol entregado tan pronto en el partido.
Alejo (7,5): de su
desempeño en ataque no se puede decir mucho,
pues los número hablan por sí solos: es goleador del equipo con cinco
goles en seis partidos. Una cifra
impresionante para un delantero, más aún para un defensor. Pero como defensor que es y más siendo el
último hombre, no puede descuidar sus tareas básicas. El segundo gol encuentra al marcador de punta
por detrás de su línea. Y en más de una
ocasión Juanma tuvo que cerrar a sus espaldas (como la situación del gol). El primer gol es un golazo, sin miramientos.
Juanma (7): Jugó
un partido excepcional, más teniendo en cuenta su condición física (arrancó con
una molestia en el tobillo que con el correr del partido se transformó en
hematoma y en la imposibilidad casi de pisar). A pesar de amagar con salir un
par de veces, aguantó todo el partido y fue el sostén de la defensa. La jugada del gol en contra tenía más chances
de ser gol que de no serlo, su cierre sólo lo pospuso un poco.
Gabi (6,5): una
vez más mostró su sacrificio por el equipo.
Arrancó jugando ¡de tres! y en buena forma. Lástima el muerto que le tira a Ariel, que
terminó en el segundo gol. Pero marcó
muy bien, sobre todo teniendo en cuenta que por su punta que él y Nacho
tuvieron que soportar en el primer tiempo los ataques más fuertes del equipo
rival. En segundo tiempo le tocó pasar
por varios puestos de la mitad de la cancha, encontrando de cinco –su viejo
amor- una versión muy potenciada: pases de primera, actitud de ataque y de
marca. Muy buen partido.
Martín (3,5):
flojo partido. Nunca encontró el ritmo,
no pudo ni recuperar ni dar bien la pelota cuando lo tuvo. Eso lo desanimó y ya no se pudo reponer.
Lichi (6,5):
asistencia y recepción de patadas fueron su mayor aporte. Pone en todas y deja todo lo que tiene. De todas maneras, el doble cinco no parece la
posición ideal para él.
Mauro (5):
Todavía no encuentra su mejor forma. No
logra desprenderse rápido de la pelota, por lo que traslada mucho, a veces con
buen resultado y a veces con malo. El
equipo encuentra en su remate en movimiento y en pelota parada un remanso y una
posibilidad cierta de gol.
Nacho (6): de a
poco vuelve al nivel que el equipo necesita.
Jugando por la izquierda, manejó bien la marca (se entendió bien con
Gabi), dio buenos pases (uno excelente que dejó a Edu solo y no pudo facturar)
y generó mediante sus ya consabidas maniobras “rolfianas” tiro libres a
favor. Pero todavía le falta despliegue
para jugar en esa posición. Se resintió
cuando tuvo que correr al más veloz delantero rival, jugada que terminó con un
empujón salvador y algo gracioso.
Diego (4): no
viene teniendo buenos rendimientos. Le
cuesta asociarse y no entra en circuito. Más aún, tuvo la posibilidad cierta
del gol en sus pies y lo erró increíblemente.
Edu (5,5): no
está en su mejor nivel pero siempre obliga, dio una buena asistencia que Diego
no pudo capitalizar y generó la jugada del penal que él mismo convirtió.
Tito (5): esta
vez no pudo ser desequilibrante como en el partido anterior. Pero su tenacidad pone una sana tensión que
lleva el equipo para adelante.
Fede (5): de a
poco va ganando ritmo y sumándose al equipo.
Pero todavía le falta.
Luis (4,5): otro
que le falta ritmo. No pudo hacer una
diferencia.
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