Puede que los fines de semana despojados de fútbol,
aunque posiblemente plagados de sexo y alcohol le hayan sacado de las neuronas
algunos conceptos del Capitán Cula. El rubio volante fue partido a partido tratando
de inculcar algunos conceptos con la paciencia de quien cuida una planta de
marihuana. Pero en la derrota ante el Esparta por 2 a 0 no se aplicaron.
En lo futbolístico, el partido fue parejo. En el
primer tiempo hubo un par de toques interesantes en la mitad de la cancha, pero
todo se diluía en ¾ de cancha del rival. O el pase profundo era muy largo y Edu
quedaba muy aislado de los volantes o la combinación entre Luis y Nacho
terminaba con el muchacho de Palermo con la pelota, pero del otro lado de la
raya de cal.
Con un pase comprometido de Avillaneda que Nacho no
pudo dominar arrancó el gol del Esparta. El volante rival eludió dos o tres
jugadores, Migue salvó la primera, pero el rebote le quedó al delantero que
sólo la empujó. El AW siguió buscando, pero no tuvo situaciones claras. Algún
remate de media distancia, o una que otra pelota parada fue lo más peligroso
para el arco de los de enfrente.
En el segundo tiempo las sociedades siguieron sin
aparecer. Más por imprecisión propia que por la presión del rival. Por la
izquierda, Juanma y Lichi se empezaron a dar la pelota, pero no lograban
avanzar en el campo. Por la derecha, Gabi, que pasó de ocho, no conseguía compañía.
Y a Nacho, en general, tenía dos o tres marcas. Así, lo único que le llegó a
los delanteros fueron paquetes complicados de controlar. Por eso no tuvieron
chances de gol.
Tras el segundo gol comenzó el descontrol. El equipo
se abrió más. Para colmo, Diego entró y al rato vio la roja. El rival tuvo más
espacio y tiempo para lucirse y todo el AW empezó a hacer lo que más sabe:
hablar. Y cuando eso pasa, Olvidensen del partido. Je. No quedaba chance para
la remontada y allí quedaría el resultado.
Miguel Fernández (4):
Nada que hacer en el primer gol. Atento en las salidas y en líneas generales,
bien en los saques de arco, en los que no se apuró y decidió bien. Por allí
estuvo algo flojo en la respuesta del segundo gol, pero pudo habérsele movido
la pelota.
Gabriel Spina (4):
Como siempre, correctísimo mientras está concentrado en el juego. Bien en la
marca y en la salida en el PT. Después, cuando empieza a hablar se va del
partido y comienza con las imprecisiones.
Francisco Ingleson (5): No pudo contener al volante rival en el primer gol. Si bien
ganó algunas divididas, no estuvo tan preciso en los pases y a veces complicó
la salida.
Alejandro D’Aquila (5): No tuvo grandes duelos con los delanteros y, como Piquín, tampoco
alcanzó al rival en el tanto de la apertura. No llevó peligro al arco de
enfrente como suele hacerlo. Cuando el equipo quedó con uno menos, cubrió bien
la zona.
Juan Manuel Abud (4):
Como el otro lateral, no tuvo calma. Por eso no pudo ponerle fructuosidad a sus
subidas. En defensa casi no lo complicaron en el primer tiempo y en el segundo
cometió algunas faltas.
Mauro Indómito (5):
Bien ubicado, siempre fue salida por la derecha. Colaboró bastante en la marca
y pudo proyectarse con criterio un par de veces. Abusó del pelotazo profundo y
del centro al área, que en general no tuvieron buen destino.
Ezequiel Avillaneda (5): Tuvo más espacio que en partidos anteriores y distribuyó bien
en el primer tiempo. Le faltó un poco de intensidad en la marca. En el segundo,
con más espacios, se le complicó la contención y también empezó a fallar los
pases.
Lisandro Seppia (4):
Intentó bastante en el comienzo del partido. Trató de juntarse con Nacho y
Luis. Por momentos lo logró. En el segundo, le ajustaron la marca y casi no
pudo ser salida. Además también se enchinchó y empezó a protestarle al juez.
Ignacio D’Aquila (5):
Buenas combinaciones con Luis, aunque a veces no se pudieron terminar bien. En
general estuvo bien marcado y no pudo hacer circular mucho la pelota. Como
siempre, genera alguna falta con un grito de dolor, a lo Riquelme. Como
delantero, casi no la tocó.
Luis Lasaga (4):
Partido difícil para los delanteros. Nunca le llegó clara la pelota y siempre
estuvo bien marcado. Hubo varias jugadas en las que arrancó bien, pero no
terminó de cerrarlas. Concentrado, colaboró en la marca.
Eduardo Blanch (4):
Lo buscaron mucho, pero esta vez la aguantada no fue tan productiva. Como su
compañero de ataque, con quien casi no se pudo conectar, no tuvo situaciones
frente al arco y por momentos quedó aislado.
Ariel Pina (5):
Entró en el peor momento del equipo y salvó una en la que intentó salir jugando
y se la dio a un rival, no tuvo grandes complicaciones y trató de dársela
siempre a un compañero.
Diego Castellani (2):
Había entrado enchufado pidiendo la pelota y pasando bien. Se le complicaba un
poco dominar la bocha y por eso a veces se lo comían. Pero por hablar se ganó
las dos amarillas. Algo que se charló mil veces que no podía volver a pasar,
pero evidentemente es más fuerte que algunos.
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