lunes, 28 de noviembre de 2011

Comentario vs Jägermeisser

Todo concluye al fin...


El partido del sábado con el Sherminaitor marcó el fin en varios aspectos para el Auf: no poder repetir el equipo, no poder continuar mejorando, no disfrutar de un partido que desde el principio se hizo complicado.  Todas pálidas en lo que a priori se perfilaba para ser el gran partido del campeonato entre un equipo de los encumbrados y uno que venía desplegando gran fútbol en los últimos partidos.
Ya desde planificación, el Auf Wiedersehen encontró todo tipo de dificultades.  Golpeado por la partida de Lucas conocida a principio de semana, las bajas siguieron llegando: Ezequiel y Titox, por razones médicas, y Pikín, por razones balnearias, fueron uno a uno confirmando los faltazos. La incorporación de refuerzos -dos al menos, para jugar con 11- no fue sencilla.  Después de mucho gestionar, Juanma consiguió un central y Dib un delantero.  No hace falta aclarar que para conseguir dos votos positivos, las negativas recibidas por C.C. fueron muchas.
Dicho esto, la jornada empezó con una temperatura elevada pero que no llegó a la de sábados anteriores.  Se notaba buen ánimo en los players, pero la improvisada formación no tardó en propagar el nerviosismo a la cancha.  El comienzo del equipo rival con 10 jugadores no hizo más que enrarecer el aire.
Si el gol tempranero del Stiffmaister tensionó el ambiente, el segundo -luego de errores varios, desde un tiro libre mal jugado conceptualmente, hasta un cierre desastroso cortesía de Lasaga/Gorishnikov producciones- terminó de subir las revoluciones a mil.  No obstante lo cual, una buena jugada colectiva, una de las pocas, derivó en el pecho de Guille, que con paciencia habilitó a Gori que desbordó con velocidad y que lanzó un centro que, tiempo después, se enteraría de que terminó en el fondo del arco.
Entretiempo.  Voces de aliento, resultado abierto, reorganizaciones tácticas.  Nada funcionó. El segundo tiempo fue una prolongación del primero.  El Auf mostró todas sus imposibilidades para doblegar a un rival que a esa altura tenía dos jugadores menos y un arquero improvisado.  Luego de una espectacular jugada individual y una mejor definición, Extermineitors se puso 3 a 1.  Con un saque preciso de La Araña a-lo-Pato-Abondazzieri y una avivada de Guille, el partido se puso a uno de vuelta.  Pero no hubo caso.  Ni abriendo los espacios, ni de atropellada, el Olvidensen pudo llegar al empate.
Un partido decepcionante para un equipo que ya empieza a preparar el último partido del año para terminar con una sonrisa.

Luis Lasaga (5): Reforzó sus puntos fuertes.  Ya ninguno de los tiros de afuera lo inquietan demasiado, resuelve bien atrapando o desviando al corner.  Y sus saques, tanto de abajo como de arriba son cada vez más precisos; eso le valió el segundo gol.  Pero habla poco con la defensa y una salida que tendría que haber sido simple terminó con blooper y gol incluídos. Y se le escuchó decir en declaraciones post partido que podría haber hecho algo más en el primero.

Juan Gori (5): partido de luces y sombras.  Arrancó de cuatro en un defensa que nunca encontró el orden.  Y en un cierre apurado a las espaldas de los centrales terminó despejando mal ayudado por un arquero que nunca lo advirtió.  Cuando el equipo pasó a defender con tres, se acopló a la mitad de la cancha de ocho y una de sus escaladas terminó en el primero del Auf, con un gol a-lo-Aimar-contra-Boca, al segundo palo.  Dicen que visualizó la telaraña en el ángulo más lejano y allí la puso.  Otros dicen que festejó el gol recién cuando escuchó que sus compañeros lo gritaban.

Juan Singer (4): Reemplazo de última hora, pura voluntad, El Cantante hizo todo lo posible para ayudar a un equipo de amigos.  Pero nunca encontró el puesto, y cuando ser armó la línea de tres, quedó totalmente fuera de partido con rivales que eran muy rápidos y nunca se cansaron.

Fabián Alva (5): Uno que tuvo una tarde complicada.  De central o de stopper, se enfrentó a delanteros que llegaban casi sin marca.  Siempre trató de tirar al equipo para adelante, aún cuando eso significaba tener que volver a las apuradas, a golpe limpio.  Se equivocó en la ejecución del tiro libre que derivó en el segundo gol rival, contra mediante.

Juan Abud  (6,5): Arrancó de tres como siempre, pero enseguida vislumbró el problema de velocidad y marca en la defensa y se ofreció a jugar de líbero en una defensa de tres.  No se confundió, el equipo mejoró notablemente y él pudo barrer con casi todos los ataques rivales, casi siempre mano a mano.

Ignacio D'Aquila (5,5): en la marca pegadito a Alejo, cumplió posicionalmente pero le faltó quite.  En ataque pudo aportar, armó la jugada del primer gol pidiendo la pelota y aguantando hasta que llegó el pase a Guille.  Otras excursiones más individuales empezaron bien a pura gambeta pero terminaron mal con asistencias que no llegaron o remates desviados. En su rol como DT, falló en ver las dificultades tanto en defensa como en el medio.

Alejo D'Aquila (5,5): ya es sabido que el Camaleón (por su capacidad de adaptarse, no por los profilácticos ni por su admiración al Bichi Fuertes) siempre aporta su entrega, su ductilidad y su compromiso con el equipo para cubrir todo tipo de posiciones, por más difíciles que sean.  Esta vez le tocó jugar como alguna vez lo hizo de cinco. Ahí solo en el medio, tierra de nadie que se asemejó a lejano oeste, perdió mucho y no tuvo paciencia con la pelota en los pies.  Pero no se borró y nunca dejó de pedirla y de marcar.  Llegará el día en que pueda mostrar todo su potencial en posiciones más amables.

Leandro Noriega (5): venía encontrando su mejor nivel en la posición de enganche.  Cuando tiene solo obligaciones creativas, cumple con creces, en tenencia de balón, pase y visión de juego.  Pero en una mitad de la cancha tan desguarnecida, estuvo abrumado por la marca, casi siempre corriendo de atrás.

César Dib (4): luego de un par partidos brillantes, en los que desplegó toda su habilidad y virtuosismo, jugando al máximo de sus posibilidades, le tocó una baja muy pronunciada.  Errático en pases cortos, largos y habilitaciones, empecinado en jugadas individuales estériles, jugó el peor partido de semestre.  El desorden táctico del Auf y la falta de socios creativos le jugaron una mala pasada al que venía siendo uno de los estandartes de la levantada.

Hernán Papalovi (5): intentó siempre hasta que se quedó sin piernas.  Sus antecedentes de rapidito le valieron una cantidad impresionantes de pelotazos al vacío, casi todos imprecisos.  Pero aportó en el pase corto y siempre animó a sus compañeros eventuales.

Guillermo Sánchez (7): Uno de los puntos más altos del juego del Auf de las últimas fechas, nunca se sale de libreto.  No juega la indivudual de espaldas, va siempre a peinar las pelotas aéreas y no da una por perdida. Artífice del primero, aguantando de espaldas, tocando al vacío para el compañero y yendo a buscar el centro.  Autor del segundo, "robándole la cartera" a un arquero que salió a cortar mal. El más coherente de todos en las tareas asignadas por el DT.

No hay comentarios:

Publicar un comentario