La nueva derrota del Auf Wiedersehen
tiene distintos matices que se pueden apreciar según la lente con la que se
mire el partido disputado el último sábado.
En
la columna de lo positivo se puede decir que se parece haber encontrado una
formación inicial, o la mayoría de sus puestos. Y esto
indefectiblemente deviene en un funcionamiento más aceitado, con argumentos
claros tanto para defender como para atacar.
Por otra parte, los déficits son conocidos de hace tiempo: la falta de
un arquero que aparezca en los momentos de zozobra, concentración durante los
noventa minutos y cierta paciencia para buscar el resultado.
Dicho
esto, se puede afirmar que el partido con otro arquero se ganaba. Porque el rival aprovechó al máximo la
situación que vive el Olvidensen en ese puesto y se encontró con un segundo gol
cuando parecía que el partido los ganaban los hombres de CC.
Devenir
de un equipo que parece a punto de dar el salto de calidad, con algunos ajustes
que parecen estar por llegar.
Sotch (3): No
tuvo una actuación convincente como en otras mañanas. Le jugó en contra que le
avisaran tan sobre la hora y el terrible madrugón que implicó el último
partido. A su favor, la confianza de
saber que si se lo necesita, está.
Ariel Pina (4,5):
ofreció salida y ordenó tácticamente al equipo identificando las fortalezas del
rival. Cuando pudo, se sumó al ataque.
Francisco Ingleson (3):
venía teniendo un partido áspero, y lo cerró con una expulsión que no se
condice con su lugar de referente.
Pablo Zapata (4,5) La
actitud y la energía de siempre. Y la consolidación como ejecutor de pelotas
paradas en el campo propio.
Juanma Abud (5):
Si bien se estaba afianzando en su posición de cuatro, siempre brinda al equipo
versatilidad: esta vez fue tres, líbero en línea de tres y número cinco yendo a
buscar el partido sobre el final.
Gabi Di Giovanni (4): arrancó el partido de titular pero
rápidamente se ahogó y tuvo que ser reemplazado. Cuando entró de vuelta, no pudo aportar su
desborde característico.
Gabi Spina (3):
Tuvo dificultades para jugar de cinco. Y
cuando parecía que su reubicación como volante por la derecha lo beneficiaba,
llegó una nueva expulsión.
Diego Castellani (4,5): no
pudo tener la pelota como necesita el equipo, y en ataque no logró ser
determinante.
Alejo D’Aquila (4,5): flojo
primer tiempo, cuando se cargó la posición de volante central tuvo destellos de
sus mejores actuación. Pero todavía le
falta desde lo físico y en consecuencia desde lo futbolístico.
Eduardo Blanch (6):
a fuerza de buenas actuaciones se ganó la titularidad. Un nueve potente y bien ubicado, encima le
suma que las pocas que tiene no falla.
Diego Sproviero (4):
la mayor dificultad que tiene es no poder ceñirse a una posición, que le
permita delimitar responsabilidades y libertades.
Luis Lasaga (5,5): cada
vez más identificado con lo que tiene que hacer en ataque, cuando está
concentrado le aporta lo mejor al equipo.
Tuvo en sus pies las dos chances más claras para convertir el segundo
gol.
Ignacio D’Aquila (5): en el primer tiempo estuvo más concentrado en la marca. Con el reacomodo de piezas logró entrar en
contacto con la pelota y acertó en más de una jugada, asistencia incluída.
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