Como la derrota de Boca por 7 a 2 ante Central 4 días después de ganar la Libertadores 2003, o como la visita del Xeneixe a la Doble Visera para dar la vuelta y regalarle al rojo 3 puntos tras haber estado 40 partidos invictos en 1999. Tras un buen rendimiento o un objetivo cumplido, es complicado sostener la motivación y la intensidad. El Auf Wiedersehen había conseguido un triunfo y había jugado un buen partido ante el puntero. Quizá por eso enfrentar al hasta entonces sexto del campeonato, que encima jugó con 10 hombres, no generó el mismo hambre de victoria y por eso no se llegó más allá del empate por 2 a 2 contra el Vasconia.
El primer tiempo fue para el olvido. El AW casi no
pudo manejar la pelota. Los volantes estuvieron imprecisos y los delanteros,
apretados por los defensores rivales, casi no pudieron asociarse. Abajo, un
poco a los tumbos y a pesar de que en ocasiones se complicaron sólos, pudieron
sostener el empate los primeros 40 minutos.
Parecía que el rival se caía físicamente y sobre todo
moralmente después de regalar una pelota abajo que Edu aprovechó para convertir.
Pero no. Los de blanco con la cruz celeste se relajaron y en dos pelotazos a
espaldas de los defensores dieron vuelta el partido. Piquín puteaba, Nacho se
volvía a acalambrar, Spina insultaba a Castellani, Alejo se acomodaba la
vincha, Malena seguía comiendo la factura sin inmutarse, Pina salía roto,
Castellani insultaba a Spina… Con ese panorama parecía que la derrota volvía a
golpear la confianza olvidenseniana. Sin embargo, Edu tuvo un rapto de
inspiración: corrió, corrió, corrió, entró al área y, cuando vio un rival
cerca, se tiró. El árbitro pitó penal y el de los botines lilas lo cambió por
gol. Motivado, el equipo fue por más. Así llegó un “remate” de Alejo y un “cabezazo”
de Luis. Evidentemente la motivación no hace la fuerza. El que sí le pegó con
todo fue Nacho. Pero la pelota se fue 5 metros arriba del arco vacío. La única
situación seria fue el impacto con la cabeza de Mauro tras el corner, ante el
cual el arquero rival respondió maravillosamente.
Así, el AW desperdició la chance de volver a
encontrarse con los 3 puntos. Y aunque haya caído un poco el nivel de juego, lo
positivo fue que se viene repitiendo el equipo.
Miguel Fernández (5):
Correcto en el primer tiempo. Regaló un poco el segundo palo en el primer gol.
En el otro tanto tuvo mala leche, porque tocó la pelota y pegó en el palo, pero
en lugar de salir, se metió para adentro. Bien en las bochas aéreas, que por su
altura, parece ser su punto fuerte.
Gabriel Spina (4):
En una posición un poco extraña, pudo controlar un poco su sector durante el
primer tiempo. En el segundo tuvo un par de desconcentraciones cuando estuvo de
ocho. Y aunque se mostró siempre y le permitió ser salida a Pina, no pudo
concluir bien las jugadas una vez que recibió la bocha.
Francisco Ingleson (4): Se complicó en algunas jugadas en el primer tiempo en las que
luego cometió faltas. Así y todo se mantuvo algo ordenado. En el segundo,
comenzaron a tirar pelotazos y no se ubicó tan bien para sobrar y por eso los
rivales complicaron con ese recurso.
Pablo Zapata (4):
Correcto primer tiempo. En el complemento se desentendió con Ingleson y por eso
los delanteros de pechera generaron problemas aún estando siempre en
inferioridad numérica. Sí le ganó un par de veces al 9 rubio cuando lo apretó.
Juan Abud (5):
Quizá la falta de referencia de marca concreta lo complicó. Lo cierto es que
tenía buen espacio para salir jugando porque los delanteros no presionaban y no
lo aprovechó. En el segundo tiempo, luego de un cruce magistral, se calentó
porque no le cobraron un lateral a favor y zafó de que lo expulsaran porque el
árbitro se hizo el dolobu ante la puteda.
Ignacio D’Aquila (4):
No tuvo mucha participación en el PT, más allá de algún buen cambio de frente. Es
el principal encargado de manejar la pelota y ordenar al equipo, pero las
molestias musculares lo tienen a maltraer y el equipo lo siente cuando no rinde.
En el segundo tuvo el empate en los pies y la mandó a la otra cancha.
Mauro Indómito (4):
Impreciso en la entrega y no tan eficaz en el quite. Quedó varias veces
marcando solo y por eso perdió. Después se fue cansando y se lo complicó
posicionarse en el lugar que le correspondía para hacerse dueño del medio.
Diego Castellani (4):
Perdido y poco participativo. Casi no tuvo jugadas trascendentes en ofensiva y
en pocas ocasiones ayudó a Indómito en la marca. Anduvo por todos los sectores
de la cancha para tratar de encontrar su lugar, pero en este partido no se dio.
Alejandro D’Aquila (4): Sólo tuvo algunas “escaladas” por la banda que no llegaron a
buen puerto. En una de ellas llegó a posición de gol pero le tiró un pasecito
al arquero. No participó del circuito ofensivo y no resultó determinante en la
marca. Aunque con ayuda de Juanma no lo desbordaron nunca. Sobre el final
fundió.
Luis Lasaga (5):
Dentro del desconcierto del equipo, no logró desequilibrar y estuvo impreciso
en la entrega. Lo mejor: la presión sobre el rival sin hacer faltas boludas y
el centro preciso que le tiró a Nacho. Si pudiera mantener el nivel por más
tiempo sería clave, pero está muy lagunero.
Eduardo Blanch
(6): Luego de un primer tiempo bastante flojo se
despertó en el segundo tiempo. El sólito generó los goles. Primero por estar
atento al aprovechar el error en la defensa rival. Y después para convertir el
penal que a él le hicieron. Clave para rescatar un empate en una mañana que
pintaba complicada.
Ariel Pina (3):
Llegó tarde y entró desconcentrado porque no pudo calentar bien, algo clave
sobre todo teniendo en cuenta de que vino con una molestia. Los goles llegaron
por su sector y para colmo se tuvo que ir lesionado. Estuvo bien en la entrega
y dándole salida al equipo.
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