Habrá sido el clima extraño un presagio de lo que iba a suceder?
¿Será que la lluvia potente pero inconstante anunciaba un rendimiento
extraordinario del Auf Wiedersehen? ¿Pudo ser esa niebla de dudosa procedencia
la que llenó los pulmones de los players dándole otra vigorosidad? Esas
preguntas las podrá responder solo Confessore, pero lo cierto es que el AW
goleó por 5 a 1 al SV Sandhausen en una actuación memorable.
Sólo una vez el conjunto creado por Nacho había convertido 5 tantos.
Y la ocasión merece un flashback. Fue el 11 de noviembre de 2011, contra el
Bonn, por la 11va fecha del Clausura. Con una actuación notable de
César Dib -que anotó un gol de taco y dio tres asistencias- y con la
participación en el marcador del D'Aquila grande, de Leandro Noriega y de
Guillermo Sánchez (por dos), el AW conseguía su mejor resultado de la historia.
Se dio en un caluroso mediodía en el Club Alemán, en la cancha de atrás de todo
de la hilera en la que no está la de hockey. El rival de aquella jornada jugó
con 10 y el Auf no perdonó.
En este caso, el cabezazo tremendo del 5 del Sandhausen evitó que se
igualara la diferencia de 5 que se había conseguido aquella vez, pero en cuanto
a rendimiento, el de hace unos días parece haber sido mejor. Primero porque el
rival nos había metido 3 en el torneo anterior y segundo, porque tenía los once
en cancha.
El AW, como pocas veces, se mostró superior en todos los aspectos y
a lo largo de los 80 minutos. De arranque nomás, cuando no había todavía un
claro dominador del juego, el doble cinco (Carro-Spina) se adueñó del
mediocampo. A medida que fueron pasando los minutos, ese sector fue contagiando
al resto. Así, Lichi y Nacho empezaron a darle destino seguro a la pelota y a
generar por la bandas. El tanto del Cóndor, regalado por el arquero rival, le
dio aún más tranquilidad al equipo para seguir intentando. El ingreso de Coco
por Cula no modificó las cosas, aunque siguió siendo el sector derecho el lugar
por el que se inclinaba el juego. Sin embargo, tras el primer chaparrón, fue
por la izquierda y a través de los pies de Lichi que se dio la jugada más clara
del primer tiempo. El bajista corrió 50 metros sin que pudieran detenerlo, pero
eligió pegarle al arco en lugar de dársela a los tres que llegaban por el medio.
Con la dupla central en gran nivel también, poco tuvo que hacer Ale en ese PT.
Para el segundo, el tremendo zapatazo al ángulo de Coco desinfló un
poco más al rival, que se desordenó. Sin embargo, el cabezazo para descontar
del 5 rival, dejaba con vida a un SV Sandhausen que había hecho poco. Tras ese
golpe, el AW se mantuvo ordenado y el cuadrado conformado por los centrales y
los cincos continuó siendo la clave para mantener la superioridad en el
rendimiento. Ante cada intento de ataque de los de camiseta roja, la defensa
cruzada se mantenía firme y de cada despeje, se generaba una situación de gol
en el otro arco. Claro, para ese momento, el mediocampo del SV era un desorden
y los delanteros que se tiraban atrás o algún volante que se soltaba, se hacía
un festín en ese sector. Así, el Cóndor tuvo un par de manos a manos que
desperdició y Luis, que resolvió casi todas bien, terminó asistiendo a su
compañero de ataque para el 3 a 1. Llegó otra delicia de Coco Piralli, de tiro
libre, tras una falta bien inventada por Spina. Y después el centro de Lichi
que se metió por el segundo palo, para confirmar que esa sería la mañana del
AW. Una mañana que quedará en la historia.
Alejandro Encisa (6,5):
Tuvo un partido tranquilo. Casi nada para hacer el primer tiempo. En el segundo
sacó una con los puños y otro centro que dejó el rebote corto. Regular en los
saques.
Juan Abud (7): Importante
carta ofensiva en el arranque. Se jugó mucho por su sector y salió bien parado
en defensa. En el segundo tiempo, si bien se puso un poco hinchahuevos con la
protesta, no se desconcentró y mantuvo el buen nivel.
Nicolás Armagno (8): El
mejor partido desde que llegó. Firme de arriba en las frontales y en un centro
que era medio gol del rival. Siempre bien ubicado y atento para cerrar a los
costados.
Alejandro D'Aquila (7,5):
Otro de gran nivel. Abajo, cerró bien en todas y cubrió la espalda de
Avillaneda. Intentó salir por abajo, aún cuando no convenía. Siempre peligroso
arriba, metió un cabezazo que se fue cerca.
Ezequiel Avillaneda (7):
Partido correcto. Salvó por una que lo desbordaron y por un par de faltas que
innecesarias. Después estuvo bien ubicado y sacó bastante, aunque no se
proyectó mucho.
Ignacio D'Aquila (5):
Arrancó tratando de darle destino seguro a la pelota. Se tomó un tiempo más y
lo consiguió. Pero duró poco tiempo en cancha porque se fue reemplazado con una
molestia en el posterior.
Gabriel Spina (7,5): Lo
salvaron de que le pasaran la roja del partido anterior y se redimió. Bien en
los quites, pero mejor con la pelota en los pies. Concentrado y fino en los
pases, fue clave para generar juego y situaciones en el arco rival. Casi
siempre decidió bien y ni habló.
Fernando Carro (6,5): No
fue tan eficaz en el quite como otras veces, pero siempre molestó para que otro
la recuperara. Líder de la presión y con intenciones también de mostrarse y jugar.
Se comió tres caños divinos, pero que no terminaron en nada.
Lisandro Seppia (6,5):
Estuvo siempre bien ubicado y preciso para darle el balón a los delanteros.
Generó mucho por su sector y no dejó que atacaran. Metió un zurdazo que se coló
por el segundo palo para definir el partido.
Luis Lasaga (9): Gran partido. Trabajo sucio en el primer tiempo, yendo a buscar
pelotazos, tratando de ganar en velocidad y cubriendo la salida rival. En el
segundo tiempo se lució, pasando bien la pelota, gambeteando y tirando
diagonales en el momento justo.
Guillermo Gardeazábal (7):
Sin haber participado tanto del juego, resultó clave anotando dos goles. El
primero resultó más importante por la atención que prestó ante el error del
arquero rival. En el segundo, fue algo polémico, ya que pareció que se lo sacó
del buche a Luis.
Luis Piralli (9):
Protagonista indiscutible del encuentro, jugó más de lo que estaba previsto en
tiempo y en rendimiento. Siempre bien ubicado para recibir y para habilitar.
Clavó un derechazo al ángulo y un tiro libre sutil. Se ahogó por momentos, pero
sin bajar el rendimiento.
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