El AW ganaba con justicia, pero no pudo sostener el resultado y perdió otra vez
Las peripecias del fixture dejaban un último objetivo para
fortalecer el espíritu de Auf Wiedersehen. El rival era el penúltimo de la
tabla y con una victoria se abandonaba el último lugar. Pero no. Aunque arrancó
ganando, y mereció en líneas generales mantener ese resultado, el Kant lo dio
vuelta y terminó venciendo por 2 a 1.
En este caso no hubo lluvia. Y en el juego, los de pantalón azul
llegaron con bastante peligro, pero en estos 80 minutos no ligó. ¿Será la
mierda de perro sobre los laterales la causante de esta mala campaña? ¿Puede
que el espíritu que habita en la camiseta 10, cuya estampa se despegada cada
vez más, no quiere que el AW sume de a tres? ¿Acaso la razón está en los guantes del Mono, que no los lava hace un año y emanan un hedor fétido? Es cierto que el Adiós no es una
aplanadora de fútbol, pero en este caso, además de la ventaja transitoria, pegó
tres tiros en los palos. Y después de salvarnos de un penal, por la atajada de
Ale, llegó un remate por una bocha que le cayó en el rebote a uno de ellos y se
metió adentro. El segundo tanto en contra fue de tiro libre, desde algo lejos. No
vamos a tratar de buscar respuestas esotéricas a esta derrota. La idea es no
parecerse a Racing y a los siete sapos enterrados en uno de los arcos. Se
perdió porque físicamente no se pudo sostener el ritmo y porque
futbolísticamente no se supo manejar los tiempos ni aprovechar el hombre de más
para sacar una ventaja mayor. Pero en este partido, lo dioses futboleros no
estuvieron del lado del equipo con nombre alemán. Lo destacable fueron algunas
combinaciones por las bandas, la ratificiación en la red del Cóndor, el regreso
de Lichi y la continuidad de los partidos, que le va dando ritmo a los
jugadores de cara ya al próximo torneo.
Alejandro Encisa (7): Tapó un penal, que lamentablemente quedó opacado porque nos calvaron
en la jugada siguiente. Pero en las que le tocó respondió bien y en los saques
de arco estuvo preciso. Más tranquilo, la arengada fue para el equipo y no
habló ni con el árbitro ni con los rivales.
Ariel Pina (4): Trató de
cuidar su sector y por momentos cumplió. No tan preciso en los pases como otras
veces. El primer tiempo casi no tuvo preocupaciones y en el segundo, cuando el
rival completó los once, se le complicó un poco más.
Francisco Ingleson (4):
Como la vez anterior, tiró un cruce asesino. Esta vez llegó a destino y fue
penal. No tan firme en el juego aéreo como otras veces. Por momentos se metió
muy atrás sin necesidad.
Alejandro D'Aquila (5): Con
el empuje y el ímpetu de siempre. Esta vez, el amor propio se tradujo en
violencia hacia el rival, pero, bien disimulada ya que sólo vio la amarilla. Mezcló
algunas salidas lujosas con otras no tan precisas.
Ezequiel Avillaneda (5,5):
Un poco más en ritmo, trató de darle salida al equipo. No siempre lo consiguió,
pero tuvo intención de combinar con el Cóndor y con Tito. En la marca no estuvo
tan firme.
Ezequiel Koren (4):
Siempre bien ubicado, esta vez no pudo ser punzante por su sector. También tuvo
la intención de combinar con los delanteros, pero pocas veces se dio. En el
segundo tiempo se le notó mucho el bajón físico y atacaron mucho por ese lado.
Lisandro Seppia (5,5):
Fino en los pases en el PT, cuando el físico lo acompañó. Cubrió bien la pelota
y le dio buen destino al balón. En el segundo, con el rival con once, no fue
tan eficaz, pero mantuvo el orden y por eso recuperó uno que otro balón.
Ignacio D'Aquila (5,5):
Manejó los hilos del equipo, se movió por todo el campo, distribuyó bien y se
puso el overol al momento de marcar. Puso bastante cuando se calentó el partido
y se llevó una amarilla. Juega en cualquier posición y no baja el rendimiento.
Ernesto Rodríguez (5):
Muy intenso, ganó varios mano a mano y gambeteó bastante. Se complicó con
Avillaneda en la marca cuando el nueve de ellos se tiró a su sector. De los que
mejor está físicamente, le faltó terminar mejor los buenos arranques que tuvo.
Luis Lasaga (5,5): No
estuvo muy participativo. Tuvo un tanto en su cabeza, pero dio en el travesaño.
A veces, hizo los movimientos correctos, pero no estuvo bien habilitado. Pasó
desapercibido con respecto a las quejas con el árbitro y los rivales.
Guillermo Gardeazábal (6,5):
Cumplió con su cuota goleadora. Algo más participativo, se tiró a los costados
para hacerse con la pelota. Se quedó algo en el segundo tiempo y tuvo menos
espacio, pero redondeó un buen partido.
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