La victoria estuvo cerca, pero la suerte volvió a jugarle una mala pasada al AW
No hay mucho para decir de este partido. Se jugó mal y se perdió contra un rival muy débil. Por supuesto, hay atenuantes, los de siempre: suerte, estados de ánimo, errores arbitrales. Pero la realidad es que el Auf Wiedersehen todavía no se siente equipo. Y eso se nota a la hora de jugar.
Scotch (5): Rindió bien. Quizás pudo hacer algo más en el segundo gol. Conservó la calma cuando parecía que ardía Troya.
Pablo Zapata (4): No tuvo un buen partido. Se lo vio perdido en la mitad de la cancha. Y cuando pasó de cuatro tampoco pudo ser salida.
Ariel Pina (4): Su mayor virtud, el timming, esta vez le jugó una mala pasada. Cada vez que fue a anticipar, perdió, y en cuanto se adelantaba un poco le jugaban a las espaldas. Eso sí, nunca entregó el partido y siempre fue a más.
Patricio Monti (6): Bien en la zaga central, se tiene que acostumbrar que no juega de último cuando está Lucas. El honor bien arriba cuando se lo necesitó, en cierres y en presencia.
Lucas Gomez (2,5): Quien sigue al equipo, sabe que Lucas nunca baja de cinco o seis puntos. Pero una vez cada siete años juega el partido que jugó el sábado pasado: penal a los cuarenta segundos, desbordes por todos los frentes, record de pelotas pifiadas. A su favor, se puede decir que siempre encaró el partido buscando mejorar, nunca se dio por vencido. Mal recuerdo, que pasará pronto. Ah, como salió todo al revés, esta vez, sí, lo amonestaron.
Juan Abud (6,5): De tres, anuló su sector. Cuando pasó a la mitad de la cancha, fue el motor de Aufi para crear. Le hicieron un penal, y cerró la factura con un gol, carambola incluida.
Damián Toscano (3,5): Irreconocible. No participó ni en defensa ni en ataque. Quedó siempre sobre la banda, y cuando la pelota le llegó, no hizo demasiado. El equipo lo extrañó.
Gabriel I (4): Esta vez no se pudo ordenar con Alejo, lo que hizo que la mitad de la cancha flaqueara. Pero siempre intentó aportar desde el pase.
Alejo D’Aquila (4): Perdido en la cancha, no jugó ni de 5 ni de enganche. Y siempre estaba a seis metros de la jugada. Por supuesto, fiel a su historia, cuando hubo que poner garra y corazón, lo hizo. Pero desconociendo la misma, no tiró ni media habilitación decente.
Ignacio D’Aquila (4): Su partido estuvo signado por dos jugadas claves. En el primer tiempo, hizo la de su vida, aguantando entre dos, pasando a tres tipos, caño incluido en el área, y cuando iba definir pisando el área chica (por lo que sabemos, podía ir al ángulo o las nubes) lo bajaron de atrás. El árbitro insistió que se enganchó él (¿?). La otra jugada, ya en el segundo tiempo y con la carga del partido, el penal a la brasilera fuerte y esquinado que estuvo a tres centímetros del ángulo y que terminó por pegar en el travesaño y salir.
Guille Sanchez (3,5): Partido similar al de Damián. No hizo lo que el equipo le pidió, y casi todas las pelotas que pasaron por su pies terminaron en los de los rivales. Mal partido para el goleador histórico.
Gabriel II (5): Buena entrada, con decisión y vehemencia, en un partido que ya estaba quebrado y en desorden.
Tito (10): Volvió a hacer ejercicios con pelota, y como siempre ayudó en todo lo que se lo necesitó.
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