martes, 25 de septiembre de 2012

Empate por 1 a 1 ante el Wuppertaler FC

Buen rendimiento del Auf Wiedersehen para cosechar su primer punto del torneo

Como  sucedió anteriormente, el comienzo del torneo para el Auf Wiedersehen es bastante movidito: en las primeras fechas le toca enfrentar a los equipos que luego pelearán campeonato y ascenso.  Por ello, los tiempos normales para ajustar funcionamiento y solucionar problemas se acortan.
 En este contexto, el partido del sábado por la tercera fecha dejo méritos y dudas.  Por un lado, se comprueba que el Olvidensen es un hueso duro de roer para cualquiera que lo enfrente.  Que nunca se guarda nada y tiene cada vez más un funcionamiento aceitado.  Por otra parte, la falta de peso ofensivo y la imposibilidad de mantener un resultado favorable son temas que se mantienen desde el principio de la historia de este equipo.
El partido mostró un primer tiempo luchado y trabado, con pocas ocasiones para los dos equipos.  Cuando el adversario llegó en profundidad, Forlani –como en el partido anterior- respondió bien.  El Aufi en cambio se valió de las pelotas paradas para llegar al gol. En uno de los tantos intentos, Lasaga ejecutó con justeza y Sánchez peinó para el uno a cero.  Y en la última del primer tiempo, Zapata cabeceó en el segundo palo y la pelota se fue muy cerquita.
El segundo tiempo fue todo del equipo rival, que con algunas ideas y mucho de prepotencia, dejó al Olvidensen en un arco.  Si bien hubo algunas posibilidades de contraataque, no se articuló el equipo de mitad de cancha para arriba y los cambios no funcionaron como se esperaba.
Dicho todo, una lástima el empate cerca del final, que llegó por un error de cálculo del guardavallas y un planchazo flagrante del delantero a D’Aquila, que hacía malabares para sacar la pelota de la línea.
Sirvió para cortar la racha de derrotas y para seguir construyendo sobre lo bueno que se hizo.


Damián Forlani (6): era un partido para un punto más.  Respondió cuando se lo exigió, sacó bien y ayudó desde la parte táctica.  Pero todavía algo falto de distancia, falló en la jugada que desembocó en el empate.
Ariel Pina (6): volviendo de la lesión, marcó bien su punta, sobretodo en un primer tiempo en el que tuvo mucho laburo.
Patricio Monti (6,5): si bien por momentos llevó la línea de fondo muy atrás, jugó un partido muy parejo, sacó todo lo que pasó cerca, y empujó para arriba en algunas arremetidas a pura voluntad.
Francisco Ingleson (6): tuvo que pasar de su posición detrás del número cinco a la línea de fondo por la presión de los delanteros rivales.  Allí, si bien no es lo que mejor sienta a su juego, defendió bien y con orden.
Lucas Gomez (6): uno de los tantos partidos del jugador más solvente de torneos anteriores: casi imposible de pasar y siempre bien ubicado.  Se lo vio mejor físicamente.
Pablo Zapata (5): también más entero desde lo físico, le costó encontrar su lugar en la mitad de la cancha, al que tuvo que sumar más despliegue.
Alejo D’Aquila (5): no tuvo un buen partido. Bastante solo en la mitad, no pudo recuperar tanto ni influir en ataque.  Dando su voluntad por descontado, encima le tocó estar en la jugada del empate rival, llevándose los tapones del delantero de recuerdo.
Damián Toscano (5): le costó jugar por izquierda. Cuando quiso ser claro con la pelota, no encontró interlocutores.  Y tuvo algunas lagunas de las que le costó salir.

Luis Lasaga (6,5): muy bien desde lo físico, está jugando tácticamente mejor.  Aprieta en las salidas y toca de primera cuando puede.  Gran valor en los corners, de su pegada vino el primer gol.  Una de las cosas más notables de su rendimiento positivo se ve cuando tiene que elegir entre una buena posibilidad para él y una mejor para el equipo, optando (casi siempre) por la segunda.

Guillermo Sanchez (5,5): de partido correcto, peinó el centro de Lasaga para el gol Aufi.  Está sufriendo la falta de juego asociado arriba.

Juanma Abud (5,5): ha pasado por casi todas las posiciones del equipo, razón por la cual no puede afianzarse en una.  Siempre recio en la marca, es otro de los que lo perjudica la falta de generación de juego.

Leandro Noriega (5): No pudo traer juego desde el banco. Si bien es cierto que entró en el momento de mayor desconcierto colectivo, no pudo aportar tranquilidad ni tenencia de balón.

Ignacio D’Aquila (5): similar al partido de Noriega, sufre además el parate debido a la lesión.

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