En algún programa de radio en que tenía que rellenar el silencio con
algo, Aldo Proietto dijo: “El rival califica”. Aplicando esa frase es que se
dan dos análisis diversos sobre un mismo resultado. Así como el sábado el
empate resultó ser un paso positivo, el del Día del Trabajador, la igualdad en
cero ante el Benz dejó un sabor amargo. ¿La diferencia? Una pequeña parte por el
rendimiento que decayó un poco, pero en general por los once que hubo enfrente. La vez pasada, los
de camiseta de Peñarol tenían algunos pergaminos berretas, como el segundo
puesto en el torneo anterior, pero los que tenían los colores de Boca Unidos de
Corrientes, en cambio, marchaban anteúltimos en la tabla. Además, tenían un
promedio de 35 años y 100 kilos. Es cierto. Se dominó la posesión (hubo buena
circulación) y casi no llegaron sobre el arco del Auf. La figura del partido
resultó el arquero de ellos. Pero este mérito desnuda la falencia que acompaña
a este conjunto durante el Apertura que se está disputando: la falta de gol.
Cuatro tantos en seis partidos son la prueba numérica de la pobreza ofensiva.
Luego
del Benz, el AW es el equipo que menos convirtió en el certamen. Eso también repercute en lo anímico. Porque hasta aquí siempre se le ha dado
una vida más al rival, aunque hayan sido inferiores en rendimiento. Puede que
no haya acompañado la suerte en este encuentro. El travesaño que se comió El
Cabo y los mano a mano que tapó el 1 de negro fueron la clave para que no
abriera el marcador el conjunto azulado. Lo positivo puede ser la firmeza
defensiva. Por primera vez se terminó un partido con la valla invicta y las
incorporaciones en la defensa han dado resultado. Más allá de algún sobresalto
en la pelota parada, casi la única herramienta del equipo que borró a Mercedes
del nombre. Pero algunos manotazos del arquero y unos despejes in extremis de
los centrales evitaron que el panorama del partido se volviera más oscuro de lo
que fue.
Ezequiel Avillaneda (7): La
más importante fue un manotazo que sacó en una pelota que le tocaron dentro del
área chica tras un corner. Iba despacio, pero había poco tiempo para
reaccionar. En general sacó bien de arriba y embolsó bien algunos de los
pelotazos rivales.
Juan Gori (6): Volvió a su
puesto natural y se notó. En la marca estuvo igual de bien que en el partido
anterior, pero mejoró en la entrega. Además estuvo bien ubicado, cerquita de
Ingleson, para relevarlo si fallaba. Se mandó al ataque un par de veces pero
sin mucha trascendencia.
Patricio Monti (7): Otra gran
actuación. Afirmado como central, casi no se equivocó. Le tocó tener que marcar
al delantero símil Blandi que complicaba con el físico. No lo dejó mover y casi
le hace una toma de catch porque le pegó un codazo. No dejó picar nunca la
pelota y por eso no se complicó. Después casi se rompe el tobillo sólo.
Francisco Ingleson (7): Casi
ni se vio, pero en una de las tantas pelotas que cayeron en el área, bloqueó
con su cabeza otro impacto craneal de un rival e hizo que la pelota con destino
de gol, se fuera por arriba de travesaño. De lo más regular en el torneo y,
desde su debut, uno de los que más creció futbolísticamente.
Lucas Gómez Lacoste (6):
Regresó el pegador silencioso, pero esta vez sólo pudo despacharse con una
patadita de atrás contra un rival. Su sagacidad sigue intacta: no lo vieron.
Firme en la marca, lo putearon cada vez que esbozó un intento por cruzar la
mitad de la cancha. Lo único que se quedaba muy abierto cuando la jugada iba
por la derecha.
Ernesto Rodríguez (4):
Fastidioso porque no le salieron las cosas, se calentó y le empezó a ir peor.
Impreciso en los pases, no pesó en ofensiva. Como siempre, con su ida y vuelta
colaboró en defensa y mantuvo ordenado el medio.
Alejandro D’Aquila: (6):
Bien en la recuperación y en la circulación. Estuvo fino en el toque
corto, aunque por momento abuso del
pelotazo largo, que no siempre llegó a destino. También corrió mucho y después
se perdió un poco en los últimos minutos cuando se fue más arriba.
Juan Manuel Abud (5): No
pudo hacer pesar su velocidad. Se calentó mal por una falta que no le cobraron.
Tuvo un par de toques buenos con Luis en el segundo tiempo, en el que estuvo un
poco desordenado. En el primer tiempo había estado más aplicado tácticamente.
Leandro Noriega (5): No
estuvo tan participativo como otras veces, pero tuvo un par de pases en
profundidad interesante que no fueron aprovechados y fue el que más cerca
estuvo de marcar: pegó un tiro en el travesaño y el arquero le tapó un mano a
mano.
Ignacio D’Aquila (4): La
mejor que tuvo fue un remate en el primer tiempo que le quemó las manos al
arquero. Después estuvo muy impreciso y en general no terminó bien las jugadas.
En algunas decidió pegarle al arco cuando tenía opción de pase.
Luis Lasaga (4): No estuvo
bien abastecido y casi no pesó en el primer tiempo. En el segundo se tiró un
par de veces atrás y tuvo criterio en la entrega, pero al final las jugadas
fueron intrascendentes. Lo positivo fue que no lo amonestaron y molestó en la
salida sin pegar.
Guillermo Sánchez (4): En la
misma tónica que los demás atacantes. No tuvo peso en el área y casi no generó
situaciones riesgo sobre el arco rival. Volvió después de una fecha recuperado
de la lesión en el glúteo.
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