Por fin, el Auf Wiedersehen volvió a cantar victoria para que todos se fueran contentos
La mañana era soleada, los pájaros cantaban y la planillera que nos
tocó estaba buena. Todo estaba dado para cerrar un mediodía perfecto. Y así
sucedió. El Auf Wiedersehen ganó después de muchos meses. El 3 de diciembre de
2011 fue el día en el que los de azul se fueron con los tres puntos por última
vez. Esta vez fue por 2 a 0 ante el Laidatzu. Se dio frente un rival complicado
y el rendimiento fue incluso superior al de la fecha pasada, en la que se jugó contra
once tipos que dejaban mucho que desear.
Otra vez parecía que los de arriba tenían la mira desviada como el arma
que le presta Nelson a Bart. Fallaba Guille cerca del arco, a Luis se la
pellizcaban cuando metía la cabeza y Nacho volvía a lastimar abdómenes en los
tiro libres. Lo positivo seguía estando abajo. La dupla central se mantendría
firme durante todo el encuentro, ayudado por unos laterales cumplidores y un
mediocampo ordenado y corredor.
Pero las cosas cambiarían en el segundo tiempo. Por fin el aquero rival
sería vencido. Con un tiro libre de Natxo que fue al palo del arquero, el AW se
puso arriba y a partir de allí siguió manejando el partido con más tranquilidad
aún. El único sobresalto (si es que cabe el término) fue la lesión de Dib, que
obligó a Cula a pensar en un par de modificaciones tácticas. Pero ni siquiera
ese hecho hizo temblar la estructura aufwiederheseniana. Sólo un remate de
afuera llevó algo de peligro, pero el 1 la sacó afuera sin complicaciones y sin
despegar los pies del suelo, como el Pato Abbondanzieri. Luego llegó el tanto
de Luis, que no marcaba desde el Apertura 2011. Por resultado y rendimiento, los
del AW se fueron llenos de fútbol.
Ezequiel Avillaneda (5,5):
Algo inseguro con el pie y no tan preciso como el partido anterior en los
saques de arriba. Respondió bien en un remate desde afuera y en un cuasi mano a
mano en el que fue bien abajo. Después, casi no lo molestaron.
Juan Gori (6): Otro partido
muy bueno. Sigue siendo indesbordable. Y lo que es un característica cotidiana:
lo tiene que pasar dos veces para pasarlo. Tuvo que pasar de tres, lugar en el
que también respondió. Además hizo echar a uno que le tiró un planchazo.
Patricio Monti (6,5): Muy
firme en la marca. El quite más espectacular fue uno en el que fue abajo y le
extirpó la bocha al 10 de ellos que la traía dominada. Asistencia en el gol de
Luis (aunque con un poco de fortuna) y clave para sacar el equipo adelante
tanto en los tiro libres como en los saques de arco.
Francisco Ingleson (6,5):
Corrió para todos lados haciendo el trabajo sucio. Tuvo un sólo error
-compartido con Monti- en el que no se entendió con su compañero de zaga y le
pasó por abajo del botín. Después fue un trabajo pulcro. El muchacho parece
haber encontrado su nivel y su Pastor.
Juan Manuel Abud (6,5): Bien
como 3, sin complicaciones y, en general, entregando bien la pelota. Cuando
pasó de volante se perdió un poco, pero resultó clave al participar en los dos
goles. Le hicieron la falta que derivó en el gol de CC y molestó al defensor
para que le quedara la pelota a Luis en el segundo.
Ernesto Rodríguez (5,5):
Bien. Aunque sin mucho para destacar. Otro que no destaca pero resulta esencial
en el trabajo de equipo. Ayudó en la marca a Alejo y trató de mostrarse. Esta
vez no tuvo muchas situaciones cerca del arco rival.
Alejandro D’Aquila (6):
Quitó bastante y controló bastante su sector. Tiró un remate a cualquier parte
y el arquero le sacó otro que tenía destino de gol. Varias veces demoró mucho
en largar la pelota y se complicó la vida. Le tocó la pelota a su hermano en el
tiro libre del gol y lo reclama como una asistencia. Por ahora no se le
anotará. Pero el jurado se explayará más adelante: se probará qué pasa en el
PES en estos casos y luego se dará el veredicto. El tema es que todavía no pude
hacer un gol así en el jueguito.
Ignacio D’Aquila (7): Cuando
la pelota pasa la barrera, es otra cosa. Abrió el marcador para darle más
tranquilidad al equipo. Además levantó la pelota en los tiros libres y hasta
cayeron en el área unos centros que envió y que no supieron aprovechar los
delanteros.
César Dib (5): El esquema no
lo favoreció. Tuvo que estar un poco más atrasado ante la ausencia de Noriega
–gestor de esta victoria gracias a su ausencia- y se le complicó. Puso un par
de pelotas interesantes, pero estuvo muy intermitente. Después, los achaques
propios de su edad no lo dejaron terminar el partido.
Luis Lasaga (6): Lo más
llamativo fue que no lo amonestaron. No pegó, no corrió al pedo a los
defensores y no se le vencieron las rodilla, por lo que redondeó su mejor
partido en mucho tiempo. Además, tiró bien los tiros de esquina e hizo un lindo
gol.
Guillermo Sánchez (3,5):
Está enyetado. Tuvo dos clarísimas en el primer tiempo y una no tan clara en el
segundo y no la pudo meter. Tampoco estuvo muy metido en el circuito de juego y
no pudo llevar a cabo otra de la virtudes que suele mostrar, que es aguantar la
pelota.
Ariel Pina (5,5): Un trabajo
sobrio y correcto. Tenía una misión sencilla y la cumplió. Cubrió su sector, no
lo desbordaron y tiró lejos todas las pelotas que podían llevar algo de peligro
a su arco.
Nicolás Sequín (5): Tiene
que ganarse el puesto todavía. En los pocos minutos que entró demostró tener
buen trato con el balón, aunque por momentos se desordena un poco.