Las dificultades para completar once se siguen reiterando y por eso
los partidos se están sufriendo más que jugando últimamente. Esta vez con 9
jugadores, el Auf Wiedersehen cayó por 4 a 1 en un partido en el que se fue
picando entre todos y casi cagan a trompadas a Luis.
Con un arquero improvisado y con los jugadores de campo teniendo que
redoblar esfuerzos, el partido comenzó parejo. Porque el rival manejaba la
pelota, pero el AW, bien parado, no lo dejaba entrar con facilidad al área.
Así, o los delanteros quedaban el offside o los pases eran imprecisos y no
generaban peligro. El equipo cruzado casi que no tenía la pelota, pero cada
tanto pasaba la mitad de la cancha. Una gran combinación entre Luis y Nacho
terminó en los pies del Cóndor, que, mano a mano, la desperdició. Después, en
un córner, Alejo falló primero el cabezazo, pero luchó la segunda jugada, giró
y la clavó al ángulo. El milagro, sin embargo, duró poco. En la jugada
siguiente, un centro desde la izquierda fue desviado, Avillaneda dejó corto el
manotazo y la empujaron en la línea para el empate. Antes de terminar el primer
tiempo, el ataque llegó por la derecha. Y al otro palo fue a parar el centro
pasada, donde había dos jugadores esperando la pelota. El primer remate fue
tapado, pero el segundo fue arriba y entró.
Para el segundo tiempo, el equipo no se rindió. Trató de manejar la
pelota y de jugarle de igual a igual. De meter y no dejarse llevar por delante.
Los del medio mordieron y los de abajo fueron con intensidad para compensar la
inferioridad numérica. Pero tácticamente el AW era obviamente superado y
entraban por todos lados. Para colmo, el arquero cometió un par de errores.
Primero regaló su palo y después se le escabulló un centro que parecía
controlado. Con el 1-4 el partido estaba definido, más allá de una pelota que
cayó al área y que Luis tardó en definir y un intento de vaselina del Cóndor
que quedó corto. A partir de ese momento, la hecatombe. Escaramuzas entre Gabi,
Nacho y un rival petiso. Un escupitajo en el rostro de Luis que fue vengado con
una patada desde atrás. Y el fin del partido con el central de ellos corriendo
para pegarle al único delantero del Auf. En fin. Un final escandaloso como hubo
algunos ya. Pero que coronó un partido que ya se había sufrido demasiado.
Ezequiel Avillaneda (2):
Buen primer tiempo. Pudo hacer algo más en los goles, pero quedó un poco sólo.
En el segundo tiempo si, regaló el primer palo en el 3er gol y se le
escapó la pelota en el 4to.
Martín Rodríguez (4):
Mucho sacrificio y algo de orden. En el primer tiempo controló bien su sector.
Como todo el equipo casi no tuvo tiempo para atacar y estuvo permanentemente
defendiendo. En el segundo tiempo se animó un poco más. Clave para sacar a Luis
del tumulto y que no lo cagaran a trompadas.
Agustín Tripaglia (5):
Firme en la marca y bien yendo a cubrir a los costados. Obviamente por momentos
se le vinieron por el medio por la superioridad numérica, pero bastante bien
teniendo en cuenta esta dificultad. Importante sacando del arco y para dejar al
rival en offside un par de veces.
Alejandro D’Aquila (5): Pura polenta en el gol y en un par de despejes que fueron una
delicia. También tuvo, como su compañero de zaga, momentos en los que se vio
superado por la marca o desordenado, pero eso fue principalmente porque
llegaban por todos lados.
Ariel Pina (4): Otro de
correcto partido. Habló mucho para ordenar lo que se podía. Marcó mientras la
cosa estaba mano a mano y sí perdió cuando fue superado numéricamente. En
ataque estaba difícil para que apareciera. Se mostró entero y sin rastros de la
lesión que lo dejó dos partidos afuera.
Guillermo Gardeazábal (4):
Sacrificio para el ida y vuelta. Ubicación para estar un par de veces en el
lugar de definición, aunque falló la puntada final. Marcó, corrió y no se quejó
al tener que ir de ocho. Por momentos se desordenó, pero fue para aparecer por
sorpresa.
Gabriel Spina (4):
Demasiado por ser el único que marcaba del medio. A veces tuvo que ser el
conductor y terminó arriba aguantando la pelota. Siempre la pidió y no pegó.
Aunque como no podía ser de otra manera, tuvo unos chispazos con uno de los
centrales al que hizo echar.
Ignacio D’Aquila (5):
Algo de marca y de despliegue. Trató de bancar el balón para hacer respirar al
equipo y estuvo bastante preciso en los pases. Un par de combinaciones que
surgieron de sus pies terminaron en situaciones de gol en el arco rival.
Luis Lasaga (1): Al
estilo de los mejores momentos de Fabián Alva, pero con final invertido. Lo
escupieron, le fue con todo al rival y casi lo cagan a trompadas. Dos partidos
de suspensión para el jugador que venía más o menos cumpliendo con lo que se
podía hacer. Pero siempre tiene un ictus en el que se va del partido para no
volver. En este caso pudo ser provocado por el rival, pero lo cierto es que el
que termina perjudicado es él.
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